La Diputación Foral de Bizkaia quiere comprobar si es capaz de generar la energía suficiente para autoabastecer el consumo que tienen sus carreteras. Para ello, ha puesto en marcha dos pruebas piloto, en los centros de tráfico del Peñaskal e Iurreta, en los que ha instalado paneles solares con este fin.

La reducción de la huella de carbono de la propia actividad de las carreteras es uno de los objetivos que se recogen en el Plan de Innovación en Infraestructuras Viarias de Bizkaia. Para ello, se recogen actuaciones como la mejora de la eficiencia de los consumos energéticos de la iluminación mediante la instalación de elementos de menor consumo –como luminarias led, un proyecto ya en marcha–, así como la puesta en marcha de instalaciones de energías renovables para autoconsumo y suministro de elementos de la red viaria.

En la respuesta a una pregunta escrita realizada por EH Bildu al departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de la Diputación, la dirección de Innovación y Gestión Viaria señala que la institución foral, a través de Interbiak, ha puesto en marcha dos proyectos piloto con el objetivo de explorar la generación de energía verde orientada al autoconsumo en las infraestructuras viarias. En concreto, se han instalado paneles solares en dos edificios de manera que toda la energía que se produzca se utilice en ellos.

De esa forma, los paneles fotovoltaicos se han colocado en el centro de control de tráfico de la Supersur, en el Peñaskal, y en el de la AP-8, en Iurreta, en ambos puntos sobre estructuras ya existentes. En el primer caso, los paneles, que se terminaron de colocar en verano de 2023, se han instalado sobre las cubiertas de los edificios y las marquesinas de los aparcamientos, y tiene capacidad para generar 177 KWp. En el centro de Iurreta, el proyecto concluyó el pasado mes de febrero y actualmente se encuentra en fase de legalización. Se han instalado paneles solares con capacidad de generar 36 KWp sobre las cubiertas de los edificios.

Túneles de Alonsotegi

No son las únicas experiencias de este tipo que se han puesto en marcha en las carreteras del territorio. También dentro de las obras de modernización de los túneles de Alonsotegi, en el corredor del Kadagua, se ha aprovechado para habilitar instalaciones para generar energía solar fotovoltaica. En concreto, se han instalado 130 módulos solares en la boca sur del túnel, donde hay más sol, que generan la energía suficiente para cubrir la demanda máxima del túnel –alimentación del alumbrado incluyendo sus sistemas auxiliares de autogestión, protección, sensorización y regulación– y ayudarán a reducir el consumo durante el día. La instalación ha supuesto una inversión de 623.341 euros, distribuidos en una primera fase de instalación eléctrica y alumbrado –462.968 euros– y una segunda de generación fotovoltaica –160.373–. Se puso en marcha y comenzó a verter energía a la instalación de alumbrado el pasado 8 de marzo y está previsto que genere 75,85 MW/h al año.

Las obras en este túnel, de 160 metros de longitud, dos tubos unidireccionales e inaugurado en 2007, se aprovecharon también para cambiar su sistema de iluminación a uno más moderno, con luces led, retirando las anteriores luminarias de vapor de sodio y fluorescentes. El nuevo sistema gastará un 60% menos de energía, ya que se adaptará mejor a la cantidad de coches y la luz natural.

Cambio a led

Todas las farolas. Uno de los proyectos más importantes que está llevando a cabo la Diputación en el ámbito de las carreteras para mejorar la eficiencia energética es el cambio de todas las farolas que iluminan las carreteras y túneles forales. La iniciativa se prolongará hasta 2027 y supondrá un ahorro del 50% de energía y de un 30% en la factura foral por luz. Serán sustituidas alrededor de 32.000 luminarias tras haber ido implementándose en los últimos años en todas las nuevas infraestructuras viarias y aquellas que se han modernizado la tecnología led sumando 8.110 puntos, alrededor del 20% del 40.053 luminarias que alumbran en estos momentos cruces de carreteras, autovías y túneles de la red de 1.300 kilómetros de Bizkaia.

Reducir la factura. La factura que abona cada año la Diputación por mantener iluminada la red viaria territorial no es barata: solo en 2022, debido a la crisis energética, subió un 56% hasta los 4,26 millones de euros.