“Dicen: Ay, pobrecito. El pobrecito sabe tocar la batería, la guitarra, el poxpolin... Yo no sé tocar nada de eso”, admite Iñigo Aguirre, el padre de Oinatz. Un adolescente de 15 años con mucho desparpajo y cariñoso como pocos a su edad, que lo mismo quiere ser operador del puesto de mando del metro como su padre que administrativo como su madre o youtuber. Con motivo de la celebración hoy del Día Mundial del Síndrome de Down, esta familia abre las puertas de su domicilio, en Barakaldo, para que “la sociedad vea, a través de Oinatz, lo que son capaces de hacer”, explica su madre, Itxasne González.
¿Qué estudias? ¿Necesitas ayuda?
-Estudio 3º de la ESO en San Viator, en Sopuerta. Tengo tres apoyos en clase, unas chicas que me ayudan.
¿Cuáles son tus aficiones?
-Toco la batería, la guitarra eléctrica, la española, el txistu, la flauta... En el futuro me gustaría hacer un pedazo de concierto de rock con mi batería. Hago hockey, baloncesto, natación, waterpolo... Me gusta mucho la historia. Vi en Sevilla la tumba de Cristóbal Colón y en Granada están los Reyes Católicos. Si tienes alguna duda de historia, me dices. También hago danzas vascas y me gusta cocinar.
¿Qué platos sabes preparar?
-Ayudo a hacer sanjacobos, croquetas, palmeras de chocolate… Te voy a hacer una tortilla de patata, que ya sé. También voy a por pan, yogures...
¿Y colaboras con las tareas en casa?
-También.
-Itxasne: Bueno, antes ayudaba más, ahora está en la adolescencia. Hablas con otros padres y todos están igual. Estoy cansado, me dice.
¿Te tratan de forma diferente los compañeros o compañeras de clase por tener síndrome de Down?
-Cuando me tratan bien los compañeros y compañeras, me pongo feliz.
¿Tienes amigos en el centro?
-He hecho un buen amigo, tiene síndrome de Down. Nos divertimos, jugamos mucho. ¿A que sí?, amatxu. A veces hacemos travesuras.
-Itxasne: Se esconden en el recreo.
-Iñigo: Y luego hay castigo.
¿Todas tus amistades tienen síndrome de Down?
-Tengo una amiga que tiene síndrome de Down como yo.
-Iñigo: Cuando son pequeños apenas hay diferencias, pero a medida que van creciendo los chavales empiezan a mirar, no mal, raro y ellos mismos tienden a juntarse con gente con discapacidad o con síndrome de Down porque no se sienten observados. Pueden ser ellos mismos.
¿Cuáles son tus sueños?
-Me gustaría vivir con una pareja, tener dos hijos y perros. También me gustaría vivir en Barakaldo. Mis aitas de jóvenes vivían aquí y me dijeron: ¿Nos mudamos a Barakaldo? Pues, venga, agur Portugalete.
Como padres, ¿ven viable que Oinatz cumpla sus sueños?
-Iñigo: En un mundo hipotético a todos nos gustaría que tuviera su familia, pero mi mujer y yo somos realistas. Que puede tener su pareja, sí. Hijos, teniendo síndrome de Down, va a ser que no. Si pudieran tenerlos, ¿quién los cuidaría?
-Itxasne: Tenemos la perspectiva de que el día de mañana trabaje para poder independizarse y tenga su casa, su pareja y, si quiere, un perro. Un hijo es una responsabilidad muy grande y ya no lo vemos. Pero queremos que sea lo más autónomo posible y estamos luchando para que lo consiga.
Con 12 años tenía novia. ¿Ahora?
-Iñigo: Creo que empieza la época del tonteo, como cualquier chaval que tenga 15 o 16 años. Eso no conoce la discapacidad, es un tema biológico.
¿Qué les pedirías a los políticos para las personas como tú?
-Íbamos a pedir dinero para ser ricos para comprar más cosas.
-Iñigo: (Ríe) Yo lo diría con una sola frase: Poneos en los zapatos de ellos.
-Itxasne: Yo pediría formación porque hay una etapa en la que se quedan colgados. Les inculcas y empujas a que vayan al mundo laboral, pero no hay formación para ello. Hay un tanto por ciento de desempleados en gente con discapacidad importantísimo. No hay titulaciones adaptadas y estás en un limbo que dices: Ahora, ¿qué hago con mi hijo?
-Iñigo: No van a hacer una ingeniería ni una carrera universitaria. Pablo Pineda tiene dos, pero es la excepción. Sin embargo, sí son capaces de hacer otros trabajos. Tenían que mirar más el tema del empleo protegido.
¿Qué sueles hacer los fines de semana, quedas con los amigos?
-Hago tiempo libre con la Fundación Síndrome de Down. Tuvimos una salida por Durango y fue muy chulo. Los sábados hacemos juegos, a las tardes vamos a la piscina, el domingo hacemos pintxo-pote... Los sábados siempre ceno pizza con mi aita.
¿Qué te gusta ver en la televisión?
-Estoy viendo unos programas de chavales y chavalas en euskera: Goazen e Irabazi Arte.
¿Sabes lo que pasa por el mundo?
-En las noticias no voy a entrar porque no me gustan.
-Itxasne: No te gustan porque no te gusta lo que ves, pero sabes lo del incendio en Valencia, la guerra… Últimamente todo es negativo, pero ves el telediario perfectamente.
Elecciones, la final del Athletic… El mes de abril viene cargadito de actualidad. ¿Qué opinas?
-Mejor que gane el Athletic, tiene que ir a por todo. Van a estar en Sevilla jugando contra el Mallorca y yo quiero que gane y que coja ya el barco.
A veces se trata a las personas con síndrome de Down como niños. ¿Lo hacen con vuestro hijo?
-Itxasne: Al principio, cuando era más pequeño, sí nos preguntaban: ¿Cómo hay que tratarle? Pues como tratarías a tu hijo. Le tienes que hablar igual. Alguna vez Oinatz miraba como diciendo: ¿Por qué me hablan así?
¿Se han sentido cuestionados alguna vez por haber traído al mundo a un hijo con síndrome de Down?
-Itxasne: En nuestro caso falló el cribado. Fue un palo en ese momento, pero no nos arrepentimos de haberlo tenido, incluso nos alegramos de no haberlo sabido.
-Iñigo: Porque te da el cribado que es positivo y ¿qué hacemos? Esa pregunta no la quiero.
-Itxasne: Te llevas un chasco porque quieres tu hijo soñado o tienes miedo al mundo de la discapacidad, que no sabes lo que te va a pasar o siempre estás pensando en el futuro, pero ellos te enseñan a disfrutar el día a día y a valorar las cosas pequeñas. Es una pasada cómo viven y disfrutan. Tenemos que aprender mucho de ellos.
¿Qué mensaje les darías a otros menores con síndrome de Down?
-Les diría que mucho ánimo.
-Iñigo: ¿Sabes qué hay que decirles? Primero, que sean felices y, segundo, que si se quiere, se puede.
-Itxasne: Que necesitáis apoyo en algunas cosas, pero sois capaces.
¿Y qué les dirían los padres de Oinatz a otros padres?
-Iñigo: Que tienes muchas más satisfacciones que pegas. Las personas que hayan tenido un hijo con síndrome de Down no lo ven ahora, pero con el tiempo lo verán. Es la discapacidad más llevadera, pero es una maratón.
Oinatz, ¿quieres añadir algo más?
-Que mi aita me da muchos mimos y mi madre me trata muy bien.
