Es el valor que se le otorga a cada inmueble y en base al cual se calculan después impuestos y tasas como el IBI. Ocho años después de la última actualización, la Hacienda vizcaina ha dado inicio ya, junto a los ayuntamientos, a la revisión de los valores catastrales, que entrarán en vigor el próximo 1 de enero de 2025. La diputada de Hacienda y Finanzas, Itxaso Berrojalbiz, ha advertido de que esta modificación "no tendrá nada que ver" con la que se realizó en 2016, tras cuatro décadas sin tocarlos, y, aunque algunos inmuebles han podido experimentar una revalorización en estos años, otros se han podido depreciar.

Aquella revisión, ha señalado Berrojalbiz, marcó un "hito importante" porque se venía de más de cuarenta años sin ningún tipo de actualización, lo que había provocado que los valores de los bienes inmuebles se encontraran "totalmente desfasados". No se está ahora en esa misma situación, ya que apenas han pasado ocho -que es el periodo que marca la normativa para actualizar estas referencias-, pero es necesario adecuar su valor a las variaciones del mercado inmobiliario. Para ello, el Servicio de Valoración y Catastro de la Diputación foral ha llevado a cabo diferentes estudios que constatan "los cambios producidos en la economía, la demografía, los movimientos de la población, actuaciones urbanísticas, mejoras en las instalaciones agrícolas y forestales... En definitiva, lo que vienen a ser revalorizaciones o depreciaciones de las diferentes zonas del territorio".

La revisión de los valores catastrales es un proceso de enorme repercusión, ya que es la principal referencia a la hora de valorar una propiedad y son la base en función de la cual se calculan otros impuestos, como el IBI, "de forma que cada contribuyente tribute de la forma más justa y equitativa posible".

Se va a llevar a cabo en tres fases, empezando por la aprobación, por cada municipio, de la ponencia de valores. Se trata de los documentos que recogen los criterios -las zonas de valor, las normas técnicas de valoración, la delimitación de suelo...- que permiten fijar los valores catastrales de cada municipio. Durante el mes de febrero se ha enviado ya a cada ayuntamiento una propuesta, que están estudiando para realizar, si así lo estiman conveniente, a las aportaciones que crean conveniente. Tras su aprobación, la ponencia se expondrá de forma pública al menos durante 15 días. Para facilitar este trámite, Hacienda ha puesto a disposición de los consistorios dos simuladores de valores catastrales e IBI, así como el apoyo y asesoramiento de los técnicos de Catastro Inmobiliario de la Diputación.

Posteriormente, se asignará el nuevo valor catastral a cada inmueble, que será notificado a cada propietario de manera individual antes de finalizar el año, en el último trimestre o cuatrimestre. Este valor será el que sirva de base para calcular el IBI, en función del tipo que determine cada ayuntamiento. Cuando se empiecen a enviar las notificaciones, la Diputación abrirá un servicio específico de atención a la ciudadanía. A partir de ahí, el 1 de enero de 2025 entrarán en vigor.

1,2 millones de bienes inmuebles

En Bizkaia más de 700.000 titulares de algún inmueble, con 134.908 edificios y 1,2 millones de bienes inmuebles. En función de los datos aportados por la institución foral, existen 1,5 millones de elementos de naturaleza urbana, de los que el 41% tienen uso de vivienda, un 6% uso comercial y un 2% uso industrial. A ellos se suman 293.458 elementos de naturaleza rústica, con 194.895 hectáreas de cultivo, entre los que el 44,6% corresponde a monte maderable, el 12,95% a monte frondoso y el 9,84% a pradera.

La diputada de Hacienda ha explicado que, en este momento, no se puede realizar un estimación "certera" de la variación que experimentarán los valores catastrales hasta que no se reciban las aportaciones de los municipios a las estimaciones efectuadas por el servicio foral y que, en cualquier caso, no se refieren a cada inmueble concreto.

Asimismo, ha precisado que, dado que el mercado no ha evolucionado por igual en todo el territorio y hay zonas que se han podido "revalorizar y otras depreciar", no se puede establecer "un criterio uniforme". En todo caso, ha insistido en que no va a tener "nada que ver" con la revisión catastral de 2016.