La Diputación actualizará esta legislatura, siete años después de su última puesta al día, los valores catastrales del más de millón y medio de inmuebles, tanto urbanos como rústicos, que hay en Bizkaia, una cifra que se utiliza para calcular el importe del IBI que paga cada uno de ellos. Es una de las 120 actuaciones que la diputada general, Elixabete Etxanobe, se ha comprometido a llevar a cabo en un plan de mandato que pone el foco en la pujanza económica del territorio, soporte, subrayó, para garantizar los servicios y el bienestar de toda la ciudadanía. “Solo desde un territorio económicamente pujante podremos mantener la calidad de vida y el alcance de los servicios públicos que garantizan la cohesión social”, destacó.

En un acto junto al resto de diputados forales que conforman su equipo y todos los directores de área, Etxanobe señaló, cuando se cumplen 100 días desde que fue investida diputada general, que este programa ratifica su “compromiso” con Bizkaia, “con todas y cada una de las personas que hacemos esta sociedad”. No habrá grandes sorpresas; de hecho, ella reiteró que el plan está diseñado para dar “continuidad al trabajo realizado en las últimas décadas por la Diputación” y que ha permitido, dijo, “hacer de Bizkaia la sociedad avanzada y con alta calidad de vida que es hoy”. Su empeño será precisamente ahondar en ese bienestar. “En eso se centra este plan de mandato: en mejorar lo presente y prepararnos para un futuro mejor, preparándonos a las necesidades que vamos a afrontar en los próximos años y construyendo una Bizkaia para todos”, advirtió, alcanzando un “equilibrio” entre desarrollo económico, desarrollo social y protección medioambiental.

La diputada general, Elixabete Etxanobe, presentó ayer su plan de mandato para los próximos cuatro años junto a los nueve diputados forales. DFB

Uno de esos puntos refleja precisamente la intención de revisar el sistema tributario del territorio, “desde la eficiencia, equidad y suficiencia”, tanto de los tributos que dependen directamente de la Diputación como de los locales. En dos vertientes, además: por una parte, se va a actualizar la Norma de Haciendas Locales, que data de 2005, para adaptarla a la realidad presente, incorporando nuevos criterios de reparto de la financiación municipal, pero también revisando la tributación local y actualizando los valores catastrales. Hacienda es la encargada de determinar el valor de los casi millón y medio de inmuebles que existen en Bizkaia –de uso residencial, comercial, industrial o de oficinas– y, con esa base, cada ayuntamiento establece después cuánto debe pagar cada uno de ellos en concepto de IBI, dentro también de una horquilla recogida en la norma foral, e incluso establecer bonificaciones para determinados colectivos. La última actualización se llevó a cabo en 2016, tras cuatro décadas sin tocarlos, y, pese a que la valoración en su conjunto pasó de 16.630 millones de euros a más de 68.000, también la horquilla que luego pueden aplicar los Consistorios se redujo de entre el 0,4 y el 3% a un margen que va del 0,02 y el 0,6% hoy en día.

Junto a los Ayuntamientos

El proceso se llevará a cabo, según se recoge en el documento que regirá esta primera legislatura de Etxanobe al frente de la institución foral, en colaboración con los ayuntamientos de Bizkaia, “promoviendo que también sean sujetos activos en los procesos de transición de Bizkaia en el ejercicio de sus capacidades fiscales”.

La diputada general invocó precisamente a esa colaboración para avanzar en la mejora del territorio, tanto entre instituciones públicas como con agentes privados, e incluso la propia ciudadanía. “Esa Bizkaia la tenemos que hacer entre todos. Nos necesitamos mutuamente”, para afrontar los grandes retos que ya están aquí –la crisis demográfica, la climática y el reto de la digitalización– y que la Diputación aprovechará para generar nuevas actividades económicas, “basándonos en la innovación, el talento, el emprendimiento y los servicios avanzados”.

La política foral de los próximos cuatro años, resumió la diputada general, “incluye actuaciones que blindan la cohesión social, una Bizkaia verde, que refuerce su identidad y cuide su patrimonio, que siga dando pasos firmes hacia la igualdad real entre hombres y mujeres, donde los jóvenes encuentren oportunidades para desarrollar su proyecto vital, que permita a las personas mayores aportar el desarrollo de nuestra sociedad y donde las personas que lo necesiten estén bien cuidadas”.

El desglose de esas actuaciones recoge proyectos ya lanzados y otros que la propia Etxanobe ya avanzó durante la campaña electoral: desde el refuerzo de BAT, el Energy Intelligence Center, un hub en torno a las tecnologías cuánticas o el desarrollo del sector audiovisual a la construcción del túnel bajo la ría; los grandes eventos y el turismo sostenible; la construcción de la línea 5 del metro, el impulso a la 4, la reorganización de las líneas de Bizkaibus o la ampliación de las bicicletas eléctricas a otras zonas del territorio; nuevas unidades convivenciales, centros EtxeTIC y planes de empleo para colectivos especialmente vulnerables; la recuperación de espacios que actualmente se encuentran degradados como consecuencia de la actividad industrial y un centro de conocimiento en la gestión de residuos; el impulso al Museo Guggenheim Urdaibai, lanzando un proyecto internacional de ideas, y nuevas instalaciones para el arte rupestre; la extensión del programa Herri Txiki Aukera Handi a Busturialdea, y la apertura de más oficinas Gertu, entre otras.