La familia del santurtziarra Eduardo Bóveda Ortíz de Zárate sabe que cuenta con el apoyo de todo su pueblo en su lucha porque la justicia caiga contra los tratos vejatorios realizados por la dictadura franquista en el campo de concentración de Bidankoze, en Nafarroa. Este santurtziarra fue uno de los más de 2.400 prisioneros de guerra que estuvieron en este campo de concentración en el que tuvieron que construir en condiciones infrahumanas la carretera que une los valles de Salazar y El Roncal. Ayer, 84 años después de que Eduardo fuese recluido en Bidankoze, el Ayuntamiento de Santurtzi aprobó por unanimidad mostrar su apoyo a la familia de Eduardo en la querella interpuesta por aquellos hechos. “Para nosotros es muy importante el apoyo que nos ha brindado el Ayuntamiento de Santurtzi. Es una dosis de fuerza para seguir luchando y el contar con el apoyo del Ayuntamiento da más fuerza si cabe a nuestra querella”, señaló Isabel Bóveda Uriarte, hija de Eduardo.

Ella fue en la jornada de ayer la portavoz de esta familia, una de las trece que interpuso en octubre la primera demanda contra los crímenes y tratos vejatorios del régimen franquista. Esa querella, interpuesta en los juzgados de la localidad navarra de Aoiz, no fue admitida a trámite y, ahora, el asunto está en la Audiencia Provincia de Nafarroa, mientras que, por otra parte, la Justicia argentina también está tomando cartas en esta causa. “Hemos sido trece las familias que hemos interpuesto la querella, pero esperamos que habrá más querellas en el futuro y eso se traducirá en más mociones en otros ayuntamientos”, declaró Isabel. El delito del que la dictadura acusó a su padre fue ser “desafecto al régimen”. Por ello, Isabel defiende, como no podía ser de otra manera, que “mi padre no era ningún delincuente, su delito, como el de otros muchos, fue ser desafecto al régimen. Todo eso demuestra que fue una venganza en toda regla. No les bastó con ganar la guerra”, indicó Isabel.

La principal motivación de la querella interpuesta por la familia de Eduardo Bóveda Ortíz de Zárate junto a otras doce familias es que las víctimas de aquellas atrocidades cometidas por la dictadura en Bidankoze tengan “reconocimiento, reparación y justicia”. Pero también hay un segundo objetivo que Isabel, como portavoz de la familia, verbalizó en varias ocasiones tanto dentro como fuera del pleno santurtziarra: “Conocer y no olvidar es fundamental para que esto no vuelva a ocurrir. Hoy en día se sabe muy poco de todo aquello y es necesario recordarlo”.

Desde ayer, la familia de este santurtziarra se siente respaldada por el Consistorio marinero para los pasos que dé en el futuro. Pasos que, a buen seguro no serán sencillos, pero que buscarán dar con ahínco para que Eduardo reciba, aunque sea demasiado tarde, su reconocimiento, justicia y reparación por todo cuanto padeció en Bidankoze en 1940.