Son ya dos décadas de un dulce camino andado, un peregrinaje hacia la tierra de la solidaridad, veinte años de tradición contra la exclusión y la pobreza. El roscón solidario es una idea impulsada por Caritas Bizkia y puesta en marcha en 2005, momento de crisis, para sensibilizar a la sociedad en favor de la lucha contra la exclusión y pobreza en la infancia y juventud. Veinte años después sigue circulando. El de ayer, repartido en la Plaza Nueva y servido, junto a un vaso de chocolate, a un euro la ración, pesó más de 600 kilos y para su preparación se mantuvo la receta tradicional: más de 350 kilogramos de harina, 63 kg de azúcar, 92 kg de mantequilla, 110 docenas de huevos, 30 litros de agua de azahar, 33 kilogramos de levadura, 50 kilogramos de frutas variadas confitadas para su decoración y 7 kg de sal.
A la llamada solidaria de Caritas Bizkaia, con Elena Unzueta a la cabeza, acudieron voluntarias de toda la vida, mujeres como María Marcelino, Yolanda Aldarsoro, Mari Luz Rodríguez, Aintzane Mujika o Amelia Sol entre otras y gente de la sociedad vasca en un procesión capitaneada por el lehendakari, Iñigo Urkullu. A la cita no faltaron, además de los ya citados, Luis Arbiol, presidente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo; Pilar Alonso, de la Asocación de Panaderías de Bizkaia; Nekane Narbaiza, de Lapiko Catering; Álvaro Parro, de Laboral Kutxa, y Unai Ordóñez, de Gasca. Junto a ellos se encontraban el obispo de Bilbao, Joseba Segura, Josu Erkoreka, Pedro Aspiazu, Olatz Garamendi, Amaia Arregi, teniente alcalde de Bilbao; Amaia Akarregi, Teresa Laespada, Asier Abaunza, Juan Ibarretxe, Nora Abete, Xabier Legarreta, Janire Torvisco, Santiago Mohedano, Andoni Goikoetxea, en nombre del Athletic; Isabel Iturbe, presidenta de Bilbao Basket, el pelotari Mikel Urrutikoetxea, Yolanda Díaz, Jon Bilbao, Txema Oleaga, Manu Moreno, Aquilino Gómez, echando una mano en las puertas, Mabi Laiseka; el presidente de BilbaoDendak, Rafa Gardeazabal, Julia Diéguez, Marino Montero, Joserra Taranco, Miguel Ángel Usubiaga, Beatriz Marcos, Javier Aranguren, dispuesto a hacer un Bizum para completar su colaboración, Sonia Txarkan, y un buen puñado de gente solidaria. La lucha contra la transmisión intergeneracional de la pobreza y el esfuerzo por facilitar oportunidades y recursos a menores que se encuentran en situación de vulnerabilidad social siguen siendo la causa solidaria central del roscón que ayer se repartió en torno a 3.500 raciones apreciadas por el pueblo que se acercó.
