La capital vizcaina arrancará este año 2024 con obras de mejora en dos de sus polideportivos más utilizados, los de San Inazio y El Fango. En el primero, Bilbao Kirolak reconstruirán las cubiertas de las pistas exteriores que se derrumbaron el pasado mes de mayo y se instalarán paneles fotovoltaicos dentro de una serie de trabajos para mejorar su eficiencia energética, mientras que en Rekalde se renovarán las depuradoras de las piscinas tanto exteriores como cubiertas.

El pasado mes de mayo se produjo el derrumbe parcial de la cubierta de las pistas 2, 3 y 4 de pádel, y 2 y 3 de tenis, que afortunadamente no provocaron heridos. Una vez llevadas a cabo las obras de demolición, toca ahora reconstruir la cubierta, así como los pavimentos, instalaciones y las propias pistas afectadas. Se aprovechará además para unificar las dos cubiertas de las pistas exteriores, ya que estas se ejecutaron en momentos diferentes –2011 y 2022– y cuentan también con una estética desigual. De esta forma, parecerá una extensión de la cubierta que aún sigue en pie, pero será totalmente independiente a nivel estructura.

Así, se construirá una cubierta con un superficie de 2.073 metros cuadrados, de unas dimensiones de 60,17 metros de largo y 34,45 de ancho. La chapa se apoyará en las vigas, que conectarán con los pilares y estos con la cimentación; será necesario recrecer la altura de los pilares de hormigón y se instalarán otros nuevos metálicos.

La cubierta se dispondrán en el sentido longitudinal de las pistas, coincidiendo su eje central con el de estas, lo que favorece el sentido del juego y mejora la experiencia del usuario. La altura libre del suelo al apoyo libre de la cubierta será de 8,70 metros, llegando a alcanzar una altura mayor por el interior de 9,69.

Además, contará en sus laterales con un faldón de cubierta de la misma chapa metálica del revestimiento, con la intención de dotar de cierta protección al espacio, principalmente de cara a evitar la entrada de agua a las pistas. También se cerrará la zona inferior con una chapa microperforada que permitirá la entrada de luz natural y la ventilación del espacio pero evitando la entrada de agua a las pistas.

Las obras, que han salido a licitación a finales de diciembre con un presupuesto de 1,2 millones de euros, se prolongarán durante seis meses. Provocará afecciones para los usuarios de las instalaciones, que se intentarán reducir al mínimo. Al mismo tiempo, se aprovechará para colocar persianas en las salas fitness y spin bike, y se repararán las pistas de squash 1 y 2.

En este mismo polideportivo también se instalará un sistema de captación solar térmica y fotovoltaica mediante paneles en el edificio de la piscina y se mejorarán los sistemas de producción de agua caliente, para mejorar su eficiencia energética.

Así, se colocarán 128 colectores solares híbridos, una cifra que se ha calculado para que no se produzca exceso de energía que no se pueda aprovechar aunque se dispondrá de un depósito para la acumulación de la obtenida para los momentos en que no se cumpla el consumo previsto. Producirán 170.285 kWh/año de energía térmica, lo que permitirá cubrir el 22,5% de la demanda, y 51.218 de energía eléctrica, que representa el 5,92% de la que se utiliza. Con ello, se evitará la emisión de 81.585 kilos de CO2 al año.

En este caso, las obras tendrán una duración mayor, de 20 meses, por lo que se alargarán también al año 2025. El coste será de 969.252 euros.

Filtrado más eficaz

Por último, este año también comenzarán los trabajos para renovar las depuradoras de las piscinas exteriores e interiores de Rekalde, que tienen más de 30 años de antigüedad por otras que incorporen los últimos avances tecnológicos y permitan un uso más eficiente de la energía.

Cada una de las piscinas tiene una depuradora propia, cuyas instalaciones se sitúan debajo de las mismas. Para la exterior, y dado que solo se usa tres meses al año, se mantendrá el filtrado sobre arena, mientras que en la cubierta se va a instalar un sistema de microfiltración, que permite una mejor calidad del agua y un ahorro en energía.

Se empezará por la depuradora de la piscina interior, que se renovará durante los meses de julio y agosto, periodo en el que suele permanecer cerrada, de forma que esté en funcionamiento el 1 de septiembre. Una vez finalizada esta primera fase, los trabajos de la piscina descubierta comenzarán en enero de 2025 y se prolongarán hasta el 31 de mayo, aprovechando también que no se utiliza por los usuarios en esta época del año. De esta forma, los trabajos, que supondrán una inversión de algo más de un millón de euros, se prolongarán durante 15 meses.

El Post-it

Presupuestos participativos. El año que viene también se llevarán a cabo, dentro del área de Juventud y Deportes, tres proyectos que han sido elegidos por la ciudadanía en los presupuestos participativos: la construcción de la grada cubierta en el campo de fútbol de Mallona, con 120.000 euros; la remodelación del rocódromo del polideportivo de Rekalde, que cuenta con el mismo presupuesto, y la mejora de la accesibilidad física a las piscinas, que supondrá otros 30.000 euros.