La asociación Mutur Beltz de Karrantza da un paso más en su conocida Residencia Artística del Buen Vivir, la estancia en el valle de varios artistas de las que surgen numerosas obras, un libro y dos exposiciones. Esta tarde en la iglesia de San Miguel de Ahedo se presentará desde las 19.00 horas otra residencia: la sonora. Es decir, un concierto producto de la interacción con los sonidos del municipio.

“La desaparición de una raza de oveja, la transformación de modos de vida tradicionales o el desuso de un tipo de materia prima, como la lana” son algunas de las realidades que plasmará “un ecléctico grupo de artistas” con el objetivo de posicionar la creación sonora contemporánea desde diferentes perspectivas.

Jon Maia con Yogurinha Borova, Mikel Markez en compañía de Esti Markez e Iker Lauroba, y El Niño de Leche “se han sumergido en la experiencia de Karrantza viviendo de cerca la labor que llevamos a cabo en Mutur Beltz”. En consonancia con su filosofía de “hacer pueblo” se unirá el coro femenino local Abesti Lagunak para “enriquecer el trabajo”.

Formado por 25 mujeres del valle, desde hace catorce años pone voz a las festividades y eventos de Karrantza, pero también desde el principio asumieron un “compromiso con la concienciación contra la violencia de género” mediante las concentraciones de los Lunes Sin Sol cada vez que hay que llorar un asesinato machista. Por ese “unir a las mujeres en núcleos tan dispersos en un valle tan extenso” han recibido dos reconocimientos.

“Revolución rural”

“Cada situación, cada época de nuestra vida va acompañada de un fondo sonoro”, el sonido que contribuye a que “los ambientes se convierten en lugares”. El arte, en todas sus manifestaciones, “y la música en particular puede ayudar a que los habitantes de los pueblos se sientan orgullosos y proporcionar una referencia vital para la juventud” y servir de impulso para la revolución rural que este mundo necesita”.