El empate a seis concejales entre Zalla Bai y el PNV –que obtuvo más votos en las elecciones– hace de cada votación una reválida para la plataforma vecinal, que gobierna con el apoyo puntual de EH Bildu en la sesión de investidura. Un ejemplo se vivió en el último pleno ordinario en el que la coalición independentista y el PNV rechazaron una modificación de crédito para sufragar la reforma de la Kultur Etxea, ya que implicaría retirar 125.000 euros de presupuesto de la residencia.

Zalla Bai plantea una Kultur Etxea “en la que umeteka, biblioteca y todo el personal de ciudadanía pudieran compartir espacio y promocionar la parte de trabajo en equipo con asociaciones y grupos”, explicó el alcalde, Unai Diago. Como “parte del dinero para llevar a cabo las obras” proponían una partida que también contemplaría extender el recorrido del ascensor hasta el tercer piso, a la que destinar fondos de actuaciones en la residencia. “Obviamente, va a seguir con un plan de inversión”, pero la cuantía disponible “es más amplia de lo que creemos que podremos desarrollar este año”. Además, “estaba previsto un proyecto con subvención de fondos Next Generation que, lamentablemente, no se pudo conseguir y lo estamos rediseñando”, argumentó.

“Incertidumbre”

El representante jeltzale, Juanra Urkijo, aseguró “no entender que la primera decisión del equipo de gobierno sea quitar 125.000 euros de la residencia”. “Empezáis como acabasteis –en su mandato en 2019–: generando incertidumbre”, reprochó. En los locales de Lanbide liberados, el PNV había pensado ampliar la biblioteca, la biblioteca infantil y el aula de estudio y llevar al personal de Ciudadanía al ayuntamiento.

Enrike Hernández, de EH Bildu, subrayó que el trasvase de los fondos de la residencia a la reforma de la Kultur Etxea “no nos gusta en cuanto a su procedencia de un servicio público que debe caracterizarse por la calidad”. – E. Castresana