No es la panacea para corregir las desviaciones del mercado libre pero los impuestos sí pueden contribuir a enderezarlas. También en política de vivienda; las bonificaciones fiscales pueden ser ese empujón que un propietario necesita para poner su piso en alquiler. Así ha ocurrido en Bizkaia: en apenas cinco años, las deducciones en el IRPF han permitido sacar al mercado casi 75.000 viviendas en alquiler, incrementando en un 49% la cifra. “La fiscalidad no tiene la responsabilidad en exclusiva de solucionar la problemática derivada de la insuficiencia de vivienda y el incremento de los precios del alquiler pero sí podemos incentivar el arrendamiento reduciendo su carga impositiva”, señaló ayer miércoles la diputada de Hacienda, Itxaso Berrojalbiz, que también avanzó que continuarán fomentando el alquiler a través de las políticas fiscales.

La responsable de la Hacienda vizcaina compareció ayer miércoles en el primer pleno ordinario de las Juntas Generales de esta legislatura, celebrado en Gernika, a petición de Elkarrekin Bizkaia, para explicar qué medidas va a poner en marcha su departamento para, a través de la política fiscal, favorecer el acceso de la ciudadanía a una vivienda “digna a precios asequibles”, en palabras de su portavoz, Eneritz de Madariaga. La apoderada de la coalición morada criticó que el tratamiento fiscal es más favorable en el caso de que un propietario destine su vivienda a uso turístico, lo que “no favorece que se incremente el número de viviendas en el mercado de alquiler para residencia habitual”.

Tras negar esta afirmación –“la normativa del IRPF incentiva la puesta en mercado de alquiler de inmuebles para uso de vivienda, pagando menos cuota, no haciendo lo mismo con los inmuebles para uso turístico”–, Berrojalbiz puso en contexto la capacidad de las políticas fiscales para incentivar el mercado inmobiliario. “Muchas veces colocamos la política fiscal en una posición que no le corresponde”, defendió, para advertir de que “no es la varita mágica con la que vamos a satisfacer todas las necesidades de la ciudadanía. No podemos convertirla en el único vehículo del que las instituciones públicas se valen para la consecución de los fines que persigue, sino que debe coadyuvar al logro de los fines de la política sectorial correspondiente, en este caso la de vivienda”. Por todo ello, consideró que “difícilmente podemos hacer responsable en exclusiva a nuestra fiscalidad de la insuficiencia de viviendas de alquiler dignas a precios asequibles para la ciudadanía”.

Sin embargo, la diputada de Hacienda recordó que, desde la Diputación se lleva 15 años incentivando el alquiler de viviendas, “reduciendo su carga impositiva”, desde que en 2007 se estrenó un IRPF que supuso un “fuerte impulso” al mismo. Y aportó un dato: en solo cinco años, entre 2017 y 2021, se incrementó en un 49% el número de viviendas puestas en el mercado de alquiler. “Estamos hablando de 74.885 viviendas”, cifró Berrojalbiz.

Respecto al alza de los precios de los alquileres, advirtió de que se trata de un fenómeno “complejo” en el que coinciden tanto diferentes operadores públicos como el sector privado en un “mercado dual”. Para compensar esta tendencia estructural –“solo interrumpida por una moderada reducción en los años de la reciente crisis”–, la Hacienda foral ha incrementado el gasto fiscal en el IRPF mediante una deducción para las personas arrendatarias. Así, durante esos mismos cinco años, esas bonificaciones se incrementaron un 35% el número de declaraciones en las que se aplicó este incentivo, lo que obligó a aumentar el gasto fiscal un 45%.

Más deducción para jóvenes

Esta deducción beneficia a los contribuyentes que tienen un menor poder adquisitivo, destacando dentro de este colectivo los menores de 30 años. Para estos jóvenes, el incentivo se elevó en 2018 hasta el 30% de lo que abonan en concepto de alquiler, hasta un máximo de 2.400 euros al año. Estas deducciones, valoró la diputada de Hacienda, han tenido una acogida “muy buena” entre los jóvenes: entre 2017 y 2021, las declaraciones de este colectivo que aplican las deducciones por alquiler de vivienda habitual creció por encima de la media, situándose en un 43% y disparándose un 92% el importe del gasto fiscal.

En función de los datos que aportó, en ese periodo 208.000 vizcainos compensaron el pago de sus alquileres de vivienda con un gasto fiscal de 175 millones de euros y, de ellos, 35.000 son personas menores de 30 años. En la campaña del IRPF de 2022, sin ir más lejos, “en 50.000 declaraciones se han consignado 54 millones de euros en concepto de deducción por alquiler de vivienda”.

Todo ello, en opinión de la responsable de Hacienda, “indica que al menos en Bizkaia desde la fiscalidad llevamos muchos años actuando en materia de vivienda”. “Puedo compartir con usted”, se dirigió a la portavoz de Elkarrekin Bizkaia, “que esto no sea suficiente para resolver el problema de la vivienda pero no que cuestione nuestra aportación dentro de nuestras competencias”. Y lo seguirá haciendo. “Vamos a seguir fomentando el alquiler, valorando el tratamiento fiscal que tenemos y los efectos que produce, escuchando las líneas estratégicas del departamento de Vivienda y, si es necesario, alinear la fiscalidad en mayor medida”, finalizó su intervención.