A partir de las siete de la tarde Urduliz se sumergirá de lleno en sus fiestas patronales de Andra Mari. Por delante, más de dos semanas festivas en las que no faltarán actividades para todos los gustos y públicos. De diseñarlas, prepararlas y supervisarlas se encargan los integrantes de la comisión de fiestas junto con el ayuntamiento. “La gente está deseando que lleguen las fiestas, pero para nosotros es un gran estrés”, indican. Sin embargo, ver luego “la satisfacción de la gente pasándoselo en grande” es su mayor premio, aseguran.

Una comisión que además celebra este año su treinta aniversario desde que iniciase su andadura, allá por 1993. Desde entonces han cambiado mucho las cosas y actualmente está integrada por ocho personas –cuatro mujeres y cuatro hombres–, que mantienen a tope el espíritu festivo. Se trata de Sonia Sánchez, Olga Jiménez, Verónica García, Saloa Unibaso, Aner del Río, Josu Unibaso, Manex Lopategi y Diego Izquierdo.

Precisamente, estos dos últimos participan desde los inicios hace tres décadas y han conocido la enorme evolución de las fiestas. “Cuando empezamos nos tocaba hasta barrer la zona festiva para ayudar a la brigada municipal”, relatan Manex y Diego. Además de tener que echar una mano en las labores de limpieza, su labor estaba completamente condicionada por el ayuntamiento. “No teníamos poder de decisión a la hora de plantear eventos y actividades”, recuerdan.

De aquellos primeros años conservan mil anécdotas y vivencias que les han marcado. “Por aquel entonces solo se montaban una o dos txosnas y no teníamos neveras para enfriar las bebidas por lo que llenábamos una bañera con hielos. Para buscar cada bebida era un lío y además acabábamos con el brazo morado”, relata Diego. También pecaron de inexperiencia en alguna ocasión. “La primera vez que hicimos una sardinada no sabíamos cómo se organizaba el asunto, así que la gente se sentó en un graderío y fuimos repartiéndolas una a una. Fue un auténtico cristo”, apostilla Manex.

Paellas

Una primera comisión que se formó con integrantes del antiguo equipo de herri kirolak del pueblo y de balonmano. Actualmente, se han sumado representantes de la asociación de mujeres Inola y de otros ámbitos de la vida social del municipio. De la misma forma, el programa de actos ha ido creciendo a lo largo de los años y los antiguos campeonatos de lanzamiento de alpargata o la carrera en calzoncillos se han ido sustituyendo por otro tipo de eventos.

Precisamente, este año estrenan concurso gastronómico con la primera edición del certamen de paellas y junto con las cuadrillas han impulsado diversos actos como el campeonato de futbito o de disfraces, y la comida popular a la que acuden más de 600 personas. “Estamos muy satisfechos porque ahora se implican más las cuadrillas. Cada año les consultamos para que nos den su opinión sobre los actos a organizar”, detallan.

Dicen que nunca llueve a gusto de todos, pero al menos intentan contentar al mayor número de gente posible. “Nosotros animamos a todo el mundo a que se sumen y participen en la comisión porque a algunos nos hace falta ya el relevo generacional”, concluyen Manex y Diego.