En un mundo en constante cambio y evolución, la educación no puede quedarse atrás. La forma tradicional de enseñar ha dado paso a un enfoque más innovador y centrado en el desarrollo integral del estudiante. La Ikastola Eleizalde de Bermeo ha sido uno de los centros vascos pioneros en esta transformación educativa apostando por el método Eki de la mano de la red de Ikastolen Elkartea y trabajando juntamente con otros colegios. “No fue algo inventado, ya que, la propuesta seguía las recomendaciones del Parlamento Europeo y la normativa española y francesa, pero en el ámbito educativo fuimos unos de los primeros en dar el paso”, explica Borja Alonso, jefe de estudios del centro.

Durante los últimos diez años, la Ikastola Eleizalde ha llevado a cabo una auténtica revolución en las aulas. La implementación del método Eki ha sido un punto de inflexión, permitiendo que los estudiantes no solo adquieran conocimientos teóricos, sino que desarrollen habilidades prácticas. Es decir, no solo resuelven problemas matemáticos en papel, sino que se enfrentan a situaciones reales que encuentran en su vida diaria. Esta metodología les permite aplicar sus conocimientos en contextos prácticos y entender la relevancia de lo que aprenden.

Continuando con el ejemplo de las matemáticas, los alumnos del centro de Bermeo no solo dominan las operaciones aritméticas básicas, sino que trabajan con problemas del día a día que involucran presupuestos y aplicaciones prácticas. De esta manera, aprenden a gestionar el dinero, comprender el valor del ahorro y la inversión, y desarrollan una mentalidad emprendedora. “El objetivo no es que el alumnado sea capaz de hacer procedimientos sin conexión, sino que sea capaz de organizar un viaje. En grupo juegan con los horarios cuadrando actividades a realizar, desayunos, comidas y cenas, seleccionan las habitaciones para todo el alumnado y los autobuses de ida y vuelta valorando siempre la opción más asequible. También realizan en Excel una valoración económica de todo el viaje proponiendo la cantidad que cuesta por alumno”, cuenta Alonso.

Ikastola Eleizalde

Eki en más de una asignatura

Pero la innovación en la Ikastola Eleizalde no termina ahí. Con el tiempo, han ido ampliando el enfoque Eki a otras asignaturas como es Tecnología y música, entre otras, así como otras estrategias como el trabajo cooperativo. En definitiva, han roto con el sistema tradicional de aprendizaje. Además, cada trimestre se trabajan contenidos diferentes para que sepan hacer frente a situaciones reales.

Con todo, el papel del profesorado ha evolucionado en esta metodología. Los docentes se convierten en guías y facilitadores del aprendizaje, alentando a los estudiantes a explorar, descubrir y aprender por sí mismos. El énfasis está en el proceso de aprendizaje más que en el resultado final, fomentando así la creatividad y la curiosidad.

El éxito del método Eki en la Ikastola Eleizalde es evidente en los resultados obtenidos por sus estudiantes. Estos han demostrado una mayor motivación por aprender, una mayor capacidad para resolver problemas complejos y una mayor autonomía en su proceso educativo. “Hemos definido qué tipo de alumnos queremos, es decir, el perfil de salida del alumnado. Cuales son las características que tenemos que trabajar, así como su definición exacta. Con el tiempo nos hemos dado cuenta de que el alumnado tiene que saber que está trabajando, cuál es el siguiente paso, cómo llevan los contenidos y qué pueden hacer para mejorar. No se trata de decir a un alumno que es correcto o incorrecto. Se trata de acompañarlo durante el proceso y guiarlo lo mejor que podamos independientemente de cual sea su resultado”, expone Alonso.