La nueva rotonda de Irubide en Galdakao alivia la intensa circulación del cruceBorja Guerrero
El cruce en forma de T que tantas horas sumadas ha hecho esperar a miles de conductores en Galdakao debido a los diversos semáforos que lo regulaban ha pasado a la historia. La construcción de una gran rotonda de 70 metros de diámetro ha finalizado a falta de los últimos trabajos complementarios a esta intersección que está acometiendo la empresa contratada por la Diputación Foral de Bizkaia.
Tras cerca de un año de obras, el tráfico habitual ya está circulando por los nuevos recorridos generados con la construcción de la glorieta que además del vial continuo redondo cuenta con dos ramales directos. Uno para el tráfico de paso por la N-634 en dirección a Bilbao y otro que permite abandonar esta carretera y tomar a la derecha la BI-625 en dirección a la cárcel de Basauri o conectar con A-8 hacia los túneles de Malmasin. Itinerarios que ya están aliviando mucho más la circulación por este punto a pesar de que todavía las obras no han concluido en su totalidad.
El cruce, que toma su nombre de los tres sentidos que antaño se concentraban en este enclave viario, era hasta ahora uno de los puntos del mapa de la comarca que más riesgo presentaba para el tráfico. De hecho, esta intersección estaba incluida en el listado de Zonas de Concentración de Accidentes de las carreteras de Bizkaia, por registrar el 63% de choques del entorno, la mayoría colisiones menores por alcance entre los vehículos, aunque también se registraban varios laterales.
Antiguo cruce de Irubide en Galdakao
Tal y como se ve en la foto de arriba, la rotonda está enriquecida con pasos directos que dan mucha gran fluidez. Tanto el carril directo de la N-634 como el habilitado entre esta y la BI-625 se han construido sobre un vial de cuatro metros de ancho, con arcenes exteriores e interiores de un metro y medio metro, respectivamente. Una glorieta que además de admitir los tráficos de paso posibilita realizar sin el riesgo anterior el cambio de sentido en la N-634.
En el centro de todo el conjunto una isleta de 50 metros de diámetro es el punto de referencia al que se suman otros 20 metros más para incluir los indicados carriles directos.
Unas dimensiones generosas que han sido posible generar gracias a un gran desmonte que se ha practicado en el talud derecho vertical que se ubicaba en la carretera principal dirección Bilbao y por debajo de las viviendas situadas en la zona del barrio galdakaoztarra de Aperribai.
Durante el desarrollo de los trabajos estos meses pasados, la intervención de grandes excavadoras y camiones han traído como consecuencias varios cortes de tráfico y desvíos habituales de los tráficos que confluyen en este cruce, aunque se han intentado minimizar las afecciones agendando las suspensiones de la circulación en horario nocturno.
Las obras que restan para finalizar el proyecto son las anexas que complementan la rotonda en sí. De esta manera en estos días se está creando un nuevo acceso desde la N-634 al polígono industrial ubicado al lado, eliminando la pseudosalida actual junto a la isleta de distribución de tráfico interno en la zona de pabellones.
También se ultima la remodelación del vial de servicio del polígono situado antes de la intersección con la carretera BI-625, en sentido Donostia. Con estas dos intervenciones se finalizará el desarrollo de las obras previstas en el plan parcial del sector industrial de Irubide.
Otra actuación se llevará en los más de 200 metros de la N-634, que conectan la nueva rotonda con la fábrica de Coca-Cola, donde se proyecta completar la glorieta existente dotándola de iluminación y sistemas de drenaje.
Dentro del proyecto se va a construir también un itinerario peatonal que dará continuidad al situado en Olabarrieta. Discurrirá por el terreno situado sobre el talud y conectará con el vial municipal de Aperribai poco antes de la intersección que comunica con el vial de acceso a la N-634. Parte de este recorrido se verá afectado por la construcción de la línea 5 del metro, ya que el Ayuntamiento de Galdakao ha previsto la construcción de un parking disuasorio junto a la carretera en esa zona, lo que ha obligado a desplazar el trazado hacia el suroeste. Este aparcamiento está situado al final del itinerario, junto al vial municipal. El proyecto se completa con actuaciones como el cambio de la señalización, la modificación de la iluminación y la sustitución del firme.
Seis millones de euros
Estas intervenciones serán las últimas a ejecutar dentro del conjunto del proyecto que finalizará entre septiembre y octubre tras una inversión prevista que rozará al final los seis millones de euros. Las obras que está realizando la Diputación Foral de Bizkaia son consecuencia de los estudios de tráfico realizados en base a los registros de los últimos años que avanzan un constante subida de la circulación por este cruce.
Con la modificación en rotonda del antiguo cruce en forma de T el análisis de tráfico efectuado prevé finalizar este año con una intensidad media de algo más de 62.000 vehículos (IMD) desembocando en la rotonda. De esta cantidad más de un 7% son camiones y autobuses hasta alcanzar los 4.407 unidades de transporte pesado.
El ramal que más vehículos aporta es la N-634 que llega desde Bilbao con 32.654 vehículos al día de media, mientras que en sentido contrario circulan algo más de 12.000. Desde este cauce de tráfico es desde donde más camiones llegan, un 8,6% del total. El tercer ramal, el que llega a la nueva glorieta por la BI-625, suma 17.312 vehículos diarios de media.
Desaparecen siete semáforos
Los diferentes tráficos que generaba el cruce al mismo nivel, a los que se le sumaba un cambio de sentido para la N-634, suponía una regulación continua con un total de siete semáforos que alternaban sus luces rojas y verdes y que hipotecaban mucho los tránsitos y generaban las largas colas. La cadencia de los pasos del tráfico variaba en función de su intensidad pero el hecho de tener que dar dos pasos diferentes prologaban en exceso las esperas de los vehículos.