Fibra de carbono para el puente de hierro más antiguo de Bizkaia

Además, la recuperación se va a llevar a cabo utilizando las últimas técnicas y materiales entre los que destacan la fibra de carbono o la resina epoxi, un tipo de adhesivo estructural o de ingeniería. Con esta fórmula se moldearán nuevas vigas que descarguen de trabajo a la vieja estructura compuesta por seis arcos de hierro de fundición con aros en su interior (denominados cuchillos) construidos en 1845 en la ya desaparecida Fábrica Santa Ana de Bolueta, donde hoy se levantan torres residenciales en blanco y negro.

La intervención parte de una situación muy delicada. El actual puente es el resultado de una serie de intervenciones y mutilaciones a lo largo de los 175 años transcurridos que han alterado profundamente el diseño original. Entre otras acciones destacan el cambio del tablero superior por el que transcurre el tráfico, la pérdida de la viga superior del cuchillo o arco de fundición, además de incorporar a mediados del siglo pasado un añadido que le dio más anchura y que oculta el entramado del puente histórico mirando desde el río.

Lo primero que se ha analizado en el informe técnico encargado por la Diputación Foral es si, tras comprobar que sigue siendo resistente, se le puede dar una continuidad como puente funcional, incluso aplicándole un refuerzo si fuera necesario. Otra opción estudiada fue descargarle de su histórica actividad de sostén del tablero superior que hoy aguanta la carretera de la ría y conservarse como elemento ornamental.

Tras varios análisis y para asegurarse la funcionalidad del paso, finalmente, se ha optado por esta última alternativa por lo que se acometerá una nueva estructura independiente de la histórica, que interfiera lo mínimo posible con ella, y que recoja las cargas del tráfico futuro que va a tener .

Vigas muy especiales

Para ello se construirán unos soportes muy diferentes, unas vigas compuestas por fibra de carbono impregnadas con resina epoxi que sostendrán una nueva losa superior de hormigón armado que se colocará con el nuevo bulevar. Cada una de vigas tendrá 60 centímetros de canto y la idea es disponer una o dos de ellas en cada espacio que dejan los cuchillos de hierro de fundición para pasar así exentos entre ellos y no tocarlos. Luego, sobre las modernas vigas se ejecutará la losa de forma convencional con hormigón armado que formará parte del bulevar.

Como reconoce el propio informe técnico foral, el empleo de vigas de materiales poliméricos con refuerzo de fibras de carbono “es una solución innovadora que evita problemas de durabilidad y mantenimiento”. Es más, asegura que “podría tratarse como un proyecto de I+D para evaluar este tipo de soluciones en actuaciones de refuerzo o reemplazo de obras existentes”.

Incluso apunta que la fabricación de las vigas se puede efectuar en taller “en empresas especializadas o con tecnología para realizar obras con materiales compuestos como, por ejemplo, fabricantes de palas de aerogeneradores o componentes de automóviles, de amplia presencia en el País Vasco”.

Además, el paso de Udondo es un campo de pruebas perfecto ya que las cargas a resistir finalizada la renovación del paso son ligeras porque aguantará solo el tráfico peatonal y el de bicicletas en la nueva composición del bidegorri foral.

También se ampliará la largura del puente o luz desde los 11 metros actuales hasta los 14 para poder apoyarlo en un cargadero debidamente cimentado más allá del muro de mampostería actual del cual “no se tiene un control efectivo de su estado”, indica el informe técnico.