Elorrio suprime su paseíllo oficial
La villa conmemoró en la jornada ayer la festividad de San Valentín de Berriotxoa y lo hizo por primera vez sin el tradicional desfile de autoridades desde la Casa Consistorial hasta la basílica de la Purísima Concepción
Por primera vez, sin el tradicional paseíllo previo a la misa mayor. De este modo celebró Elorrio en la jornada de ayer martes la festividad de San Valentín de Berriotxoa, copatrón de Bizkaia. Como cada 4 de julio, la villa rindió tributo a su patrón, pero sin representación institucional saliendo desde el edificio consistorial antes de dirigirse a basílica de la Purísima Concepción. “Después de la jornada de toma de posesión, desde el Ayuntamiento ya nos dijeron que este año no habría desfile. Nosotros hemos hecho por la mañana la kalejira y después ha tocado disfrutar del hamarretako”, explicaba Joseba, veterano txistulari que lleva años participando este día al tiempo que reconoció que “la verdad que se ha hecho raro; nunca he vivido este día sin el paseíllo de autoridades”.
A pesar de no celebrarse el tradicional desfile –“para separar la política de lo religioso”, apuntaron desde el equipo de gobierno– el acto que congregó a un mayor número de personas fue la misa mayor del mediodía, que estuvo oficiada por el obispo de Bilbao, Joseba Segura, a la que asistieron la exalcaldesa de la villa y presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui; y el lehendakari y elorriarra, José Antonio Ardanza.
Como viene siendo habitual, tampoco faltó el puesto instalado en la entrada de la basílica para comprar medallas, pulseras, novenarios, estampas, rosarios, abanicos, imágenes del santo, incluso crema cicatrizante o las tradicionales rosquillas y mostachones elaborados por las monjas de Santa Ana. Alguna de ellas, como sor Patricia, salió el año pasado por primera este día y repetía experiencia. “Ahora salimos más; es una alegría poder estar aquí. Como nosotras, San Valentín de Berriotxoa era dominico; es nuestro hermano y un modelo muy bueno. Nació aquí y desde pequeño servía a la comunidad de Santa Ana”, ilustraba la primera monja de clausura llegada desde Kenia hace trece años.
Por segundo año consecutivo, también estuvo ayudando en la venta de productos la voluntaria Ana. “Toda mi familia es de Elorrio; mis aitas se fueron a Venezuela y ahora nos ha tocado volver. No es fácil emigrar con 60 años y buscar trabajo, pero estamos mejor que allí. Tenemos seguridad, comida y salud. Colaboro con las monjas y es muy bonito poder estar aquí con ellas”, reconoció agradecida la venezolana residente en la villa.
Tras la misa mayor, integrantes de Iturri Zoro Elkarteartea prepararon pintxos de hamburguesa Euskolabel en la calle Berriotxoa. La jornada festiva concluyó con la actuación a las 20.00 horas del Orfeón Berriotxoa en la capilla de Santa Ana.