La parroquia de Santo Tomás de Olabarrieta, que se erige imponente en el pequeño barrio Ermitabarri de la localidad rural de Zeberio, es un importante monumento histórico-religioso en el que destaca, en su interior, su retablo, el coro, la sacristía convertida en museo o el rosetón con vidrieras de vivos colores, entre otros elementos. De su exterior, resalta especialmente a la mirada de cualquier visitante la torre, pero además la puerta de entrada de madera con una talla apotropaica y el monumental pórtico empedrado con figuras astronómicas, mágicas y cristianas, fechada con tejas in situ en el año 1628 por Martín de Gorostiza y, también, los dos cementerios.

Ese bello y emblemático entorno de Ermitabarri presume, además, de antiguos robledales que ocupan grandes superficies a ambos lados de la iglesia y tiene otros tesoros dignos de ver, visitar y conocer como Errementari Museoa habilitado en los bajos de la antigua escuela transformada en apartamentos turísticos y que cuentan con frontón cubierto, el gran humilladero de San Antonio de Padua, la antigua calzada, la residencia Eusebio Aldekoa, el bola leku y las edificaciones restantes, algunas de ellas desaparecidas, como las ferrerías, molinos, caleros, barbería, etc. Además a pocos metros, siguiendo la carretera, se ha creado un parque de ocio y recreo junto al antiguo campo de fútbol en el robledal cercano a la fuente de agua sulfurosa en Telleri, camino a Gesala donde, antiguamente, hubo un balneario de agua salada. “Este patrimonio tan importante no se ha conocido debidamente por los propios habitantes de Zeberio y menos por los de fuera, en parte porque la memoria histórica se pierde en el tiempo y la mayoría de las personas no han tenido acceso a los documentos escritos”, explica Juan Manuel Eetxebarria, etnolingüista y oriundo de la localidad.

Y, ahora, paneles

Ante esa situación, el Ayuntamiento de Zeberio, con su alcalde a la cabeza, lleva varios años impulsando iniciativas y actuaciones para poner en valor todo ese entorno, especialmente el tesoro entográfico-histórico que rodea a la parroquia de Santo Tomás de Olabarrieta. Una de las más recientes ha sido el desbroce y limpieza de los robledales contiguos al templo religioso, la creación de paseos peatonales con bancos y la colocación de varios paneles ilustrativos con sus pertinentes explicaciones. En este proyecto el primer edil ha contado con la inestimable colaboración del historiador y arqueólogo Juanjo Hidalgo y del propio etnolingüísta Juan Manuel Etxebarria Ayesta, quienes han aportado desinteresadamente sus respectivos conocimientos en pro de la cultura y de su difusión entre vecinos y visitantes.

Paraje de mitos

La magia de Ermitabarri. Juan Manuel Etxebarria ha rescatado numerosas leyendas relacionadas con este paraje de gentiles, lamias, brujas... sin olvidar el famoso juicio de las brujas de Zeberio de 1555, que lo recoge Darío de Areitio.

También de la parroquia. El imponente templo religioso también está impregnado de mitología y ejemplo de ello son los relatos que existen sobre la construcción de la Iglesia Santo Tomás de Olabarrieta de Zeberio o la leyenda sobre la Campa de Arraba propiedad de Santo Tomas de Zeberio.