Cabizbaja, casi acurrucada, sentada en un banco con los ojos clavados en el suelo, sosteniendo un reloj de bolsillo como si se asiera ausente al tiempo pasado, Mercedes, la escultura hiperrealista protagonista de la exposición Invisible Soledad ha llegado a Muskiz de la mano del Ayuntamiento y la fundación BBK. La exposición estará ubicada en la biblioteca municipal hasta el 5 de junio y tiene como objetivo llamar la atención del espectador sobre una de las pandemias silenciosas de nuestra sociedad moderna; la soledad no deseada.

Mercedes es una escultura hiperrealista de una mujer de 89 años que está sola, seria y cabizbaja sentada en un banco que impacta al verla en su quietud y silencio. Es el trabajo del mexicano Rubén Orozco, La última persona fallecida en soledad, y es también una llamada de atención sobre una lacra social silenciosa, que duele mucho a la persona que la sufre y como sociedad no se puede seguir permitiendo. Las consecuencias de este problema se dan tanto a nivel físico, como emocional y social y está en nuestra mano contribuir a evitarlas.

Esta iniciativa se enmarca en el proyecto BBK Herriz herri, que busca trabajar mano a mano con ayuntamientos de Bizkaia en acciones que abogan por la igualdad de oportunidades, la integración social y el desarrollo del territorio desde el prisma de la competitividad sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Concienciación

Por su parte, la alcaldesa de Muskiz, Ainara Leiba Zabalbeitia, quien no dudó en sentarse junto a la réplica de Mercedes, declaró que “es muy importante acercar estos mensajes a la ciudadanía para concienciarnos de lo duro que es afrontar la soledad no deseada. Con esta exposición, el Ayuntamiento de Muskiz y la BBK buscamos sensibilizar a la sociedad para, entre todos y todas, poner fin a este dolor que muchas personas mayores sufren” .

No en vano, la Organización Mundial de la Salud, OMS, califica a la soledad no deseada como la pandemia del siglo XXI “ya que por primera vez en la historia, la mayor parte de la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los sesenta años y se calcula que para 2050 habrá unos dos mil quinientos millones de personas en esa franja de edad”.

Mientras tanto Mercedes –cuya modelo real vive afortunadamente rodeada de los suyos– sigue con su periplo sensibilizador, iniciado en 2019, despertando sentimientos empáticos. “Hay gente que aparece por la exposición sin saber muy bien que es y la verdad, quedan impactadas. En esos casos es muy enriquecedor porque ves reacciones genuinas y te cuentan lo primero que les viene a la cabeza. Mucha gente piensa que está enferma o lo pasa algo y hay quien se le acerca a interesarse por ella para descubrir que es una escultura”, señaló Olatz Campos, dinamizadora de la exposición.