La ganadera Miren Ardeo advierte de la complicada situación de su sector. Entre otros, pone en el foco el cambio de clima, con el calor cada vez más presente. Y es que explica que el calor del verano pasado y las cada vez más altas temperaturas "a las vacas de leche les afecta mucho, por tanto van a dar menos leche y nos vamos a encontrar con un escenario muy pesimista; costes de producción altos, precio bajo a la hora de vender la leche y además menos leche”. Otro dato preocupante relacionado con el clima en su caso es que, “si en el 2021 tuvimos millón y medio de toneladas de maíz”-plantan maíz para pienso-, “el año pasado con la sequía y las mismas hectáreas que hubo, sacamos unos 500.000 kilos”.

Para plantar el maíz, también “han subido las semillas, el abono...”. Este es uno de los problemas más graves, "el coste de producción, estábamos ya poniéndonos a un nivel normal con el precio de la leche que había subido pero en estos momentos han vuelto a bajar el precio que se nos paga. Este es un problema extendido”, comenta. En su caso, la explotación de vacas de leche que tienen en Gatika la llevan entre ella y sus tres hijos, su marido se ha jubilado recientemente. Producen leche y la recría también la hacen en la misma explotación. Tal y como cuenta Ardeo, en estos momentos “para el coste de precios que tenemos, el precio que se nos va a pagar no es suficiente, por eso mismo vamos a tener que sacrificar vacas”.

Lo único que reclaman es que “se pague la leche al precio de coste, más una ganancia como tiene todo hijo de vecino, claro. Cosa que ahora no podemos tener. De aquí a un tiempo va a haber que matar animales, el año pasado matamos 30 vacas, y va a pasar los mismo”. Ardeo espera que “las ayudas lleguen cuanto antes, porque aquí van a sacar una línea de ayudas y es verdad que el año pasado cobramos subvenciones que en España no cobraron, pero no puede ser una solución a futuro”. Por otra parte, asegura que “en estas condiciones no hay relevo. Yo trabajo con mis tres hijos, pero claro, en estas condiciones de ver que no queda un duro, ver el sacrificio que hay cada día… pues hay veces que se les quitan las ganas de seguir con esto”.