Loli Andrés lleva meses luchando para que se desocupe la casa de Isabel Moreno, su prima de 83 años, quien necesita vender ese inmueble para costearse la residencia de mayores en la que, actualmente, se encuentra interna. Ayer lunes, Loli dio un paso más y cumpliendo con lo que había comentado, inició una acampada frente al portal número 16 del Grupo 1 de Mayo de Sestao, comunidad en la que se encuentra la vivienda okupada. Estará allí cada día de 10.00 a 14.00 horas. “Voy a venir todas las mañanas. No voy a parar hasta el día en el que le vea salir por este portal de forma definitiva, para no volver”, señaló Loli, quien acampó con una sencilla mesa, un cartel que reza Okupak Kanpora y una aguja y lana con la que hacer punto de cruz para tratar de pasar el tiempo lo mejor posible.

Ayer lunes, en su primera jornada de acampada, Loli no estuvo sola y contó con el apoyo de sus vecinos y amigos. Le llevaron comida y un refresco además de su compañía y apoyo ante una situación que es muy complicada para ella. “A consecuencia de esta situación, mi prima que es para mí como una hermana, se está deteriorando muy rápidamente. Eso no hay dinero que lo pague, nadie le va a devolver a Isabel la salud que le está haciendo perder esta situación”, desarrolló Loli. Esta pesadilla comenzó en el mes de marzo del año pasado, cuando Isabel trasladó a los inquilinos del piso su intención de venderlo, algo que se reafirmó en mayo con el envío de un burofax que daba de plazo a los inquilinos hasta el 1 de septiembre para abandonar la casa. “Con toda la buena intención, les dimos un mes más de plazo, hasta el 1 de octubre. Para ese día, los otros dos inquilinos se fueron, pero éste dijo que no, que no se iba, que fuésemos a juicio”, rememoró Loli. Desde que expirase el contrato de alquiler, Cheick, la persona que vive actualmente en el hogar sin permiso ni contrato, no ha pagado ni un solo céntimo por estar en esa casa. “La deuda es de unos 6.000 euros, pero el dinero es lo de menos, lo peor es el daño que está teniendo todo esto para la salud de Isabel. Además, en este tiempo nos ha metido a otras dos personas más en casa”, señaló Loli, quien no estuvo sola en la mañana de ayer. Entre otras personas, le acompañó Cristina Fernández, una amiga. “Si no tienen contrato, que al menos tengan decencia y educación y que paguen”, indicó Cristina.

Por su parte, Cheick, el antiguo inquilino de la vivienda que se negó a abandonarla una vez expiró el contrato de alquiler se defendió señalando que “no pago nada porque no tengo ningún contrato. Si a mí me hacen un nuevo contrato, pagaré el alquiler. La propietaria no quiere hablar conmigo, así que iremos a juicio”, indicó Cheick. Estos hechos ya fueron denunciados y están en manos de los tribunales y, en este sentido, justo dentro de una semana los Juzgados de Barakaldo acogerán la primera vista por este caso. “Si no se presenta al juicio, tendrá hasta el próximo 17 de julio para dejar la casa. Si se acoge a la justicia gratuita, este tema podría dilatarse varios meses más. Nosotros necesitamos vender el piso para poder pagar la residencia de Isabel. La residencia comprende la situación y está teniendo paciencia, pero no podemos estar así”, apuntó Loli. Asimismo, Cheick señaló que está “buscando piso, pero no es fácil. Si para dentro de tres meses no he encontrado nada, me iré. Hablaré con un amigo para recoger todas mis cosas y me iré a otro sitio”, apuntó el que, durante ocho años fue inquilino de la vivienda en la que reside ahora sin permiso ni contrato. A la espera de que llegue el día en el que Cheick deje la casa, Loli seguirá acampando frente al portal para dar visibilidad a este problema.

En corto

Desde octubre sin permiso. El antiguo inquilino del piso de Isabel Moreno lleva desde el 1 de octubre residiendo sin permiso en dicho inmueble. La propietaria ya adelantó en marzo del pasado año su deseo de vender el inmueble y, por ello, no extender el contrato que finalizaba en junio.

El día 16, juicio. El caso está judicializado y, en principio, la primera sesión del mismo se celebrará el próximo martes en los juzgados de Barakaldo.