Patxi García de la Torre ponía a punto San Pedro Zarikete para la romería del 1 de agosto cuando se percató de que un hombre dormía bajo un árbol cerca de la puerta. Cuando se despertó entablaron conversación. Se trataba de un peregrino francés que se había despistado del trayecto y terminó desviándose sin querer por Enkarterri. Al no hallar albergue, se echó la siesta al aire libre. La confusión se volvió en su favor: se enamoró de la ermita zallarra y sus leyendas y trabó amistad con el vecino que la cuida.

Pero la anécdota ilustra una carencia que la Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago de Bizkaia ha vuelto a poner sobre la mesa: hacen falta más alojamientos pensados principalmente para quienes se dirigen hacia Compostela. “La gente no quiere coger este ramal por la falta de infraestructuras”, lamentan, por lo que supondría en cuanto a reactivar el turismo.

Por la comarca discurre el denominado Camino Olvidado que, partiendo de Bilbao, atraviesa Alonsotegi, Güeñes, Zalla y Balmaseda para continuar por Burgos y finalizar en El Bierzo después de 21 etapas que suman cerca de 500 kilómetros. Allí entronca con el muy transitado Camino Francés.

Durante la caminata anual entre Bilbao y Nava de Ordunte para revisar el estado de los monolitos y flechas amarillas que marcan el sentido de la ruta, la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Bizkaia subrayó la necesidad de contar con más alojamientos a mitad de camino en las etapas que circulan por la zona. La primera parte de Bilbao y finaliza en Güeñes tras 25 kilómetros. La segunda, Güeñes-Nava de Ordunte consta de 26 kilómetros. Hasta alcanzar el albergue municipal de Balmaseda, ya en el límite con la provincia vecina, no disponen de un alojamiento de similares características, pese al interés mostrado en los últimos años en algún municipio que no acaba de fructificar. “En Güeñes o Zalla vendría bien otro, a mitad de camino, para no descompensar los desplazamientos”, propusieron durante una parada técnica en la villa, ya cerca de su destino.

Uno de los monolitos en Zalla que indica el sentido de la ruta con una flecha amarilla. E. CASTRESANA

Las indicaciones para no perderse “se encuentran en buen estado”, pero solicitan también “que se señalice mejor la ruta por el entorno del Ayuntamiento de Zalla y San Pedro Zarikete, porque la que viene como oficial se mete por el área recreativa de Bolunburu y es una pena que los peregrinos se queden sin ver la ermita”, que recientemente ha comenzado a abrir a las visitas los fines de semana entre las 18.00 y las 20.00 horas –con consulta previa en el correo electrónico patxigarciadelatorre@gmail.com–.

Página web

Es una muestra del patrimonio artístico que se puede encontrar a lo largo del trazado. La asociación lanzó una página web, www.elcaminoolvidado.com, que sirve de orientación para los viajeros que se animen a recorrer. “La presentamos con la esperanza de que sirva para recuperar unos históricos caminos, los primeros por los que entraron peregrinos de Francia, que serpenteaban por la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica, siguiendo las viejas calzadas romanas remozadas en tiempos posteriores y todavía visibles en algunos tramos”, explica en la información Adolfo Diego de Miguel.

Al mismo tiempo, “iglesias y ermitas se construyeron a la vera de las calzadas, muchas desgraciadamente, “desaparecidas por docenas”. Permanecen “advocaciones tan jacobeas como San Martín de Tours, Nuestra Señora de la Guía (Arbuio, en Alonsotegi), San Roque y San Severino (Balmaseda), entre otras”. Después, “la invención de diversos milagros y una guía afianzaron el desvío del viejo camino por Araba y posteriormente por Puente La Reina, Nájera y Burgos”.

El Valle de Mena “debió de gozar de gran importancia” para los primitivos peregrinos, ya que llegó a contar con 16 monasterios para atenderlos”. Progresivamente, “todos estos monasterios de acogida fueron perdiendo importancia en detrimento del Camino Francés”. La asociación da por enterrada la controversia que se despertó hace dos años, cuando desde el propio Valle de Mena se opusieron a señalizar la ruta al cuestionar sus orígenes históricos. “Son cuestiones de aquellos municipios”, zanjaron en Balmaseda antes de proseguir el trayecto hasta Nava de Ordunte.

Etapas en total

21

El Camino Olvidado sale desde Bilbao y termina en Villafranca del Bierzo, después de recorrer 21 etapas y más de 500 kilómetros. Espinosa de los Monteros, Aguilar de Campoo, Cervera de Pisuerga, La Robla, Cistierna o Pedrosa de Valdeporres son algunos de los lugares por los que transcurre antes de desembocar en el Camino Francés, uno de los más transitados en la peregrinación a Compostela.

Etapas en la comarca

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Las dos etapas iniciales tocan suelo encartado. La primera cubre 25 kilómetros entre Bilbao y Güeñes, pasando también por Alonsotegi. La segunda abarca 26 kilómetros entre Güeñes y Nava de Ordunte, dejando atrás, además, Zalla y Balmaseda, ya limítrofe con el Valle de Mena.