Llevan dos días y ya se han convertido en una de las grandes atracciones del municipio. El estanque de Berriz cuenta con nuevos inquilinos: dos cisnes y otros dos patos que presiden este emblemático lugar, donde las aves contarán con los cuidados de un operario municipal que les alimentará y a su vez contará con la colaboración de un veterinario.
Como la pasada primavera, desde el Ayuntamiento berriztarra han asegurado que las aves cuentan con los certificados sanitarios necesarios. Para velar por la salud de los animales, la administración local volvió a insistir en la importancia de no darles de comer por posibles riesgos sanitarios y rupturas en la cadena alimenticia y el ecosistema, pudiendo ocasionar también plagas y suciedad en las vías publicas.
La decisión de soltar a los animales coincidiendo con la Semana de Pascua y el hecho de que los escolares no tengan clase estos días, ha permitido ver a muchos jóvenes visitando el enclave. Y es que desde su presencia en el estanque del jardín del Ayuntamiento de Berriz, son muchos más los vecinos que acuden con los jóvenes de la casa a presenciar sus movimientos.
Fue a finales del pasado año cuando el Ayuntamiento mejoró el jardín botánico-histórico de Berrizjauregi con el propósito de convertirlo en un nuevo atractivo turístico y lo han conseguido. Y es que cada vez son más las personas que acuden a visitar el renovado espacio. Ensalzando su riqueza natural y situado en las inmediaciones de la casa consistorial, cuenta con una superficie de 20.000 metros cuadrados que alberga una amplia variedad de ejemplares centenarios de especies autóctonas y alóctonas. En este sentido, se han incorporado una treintena de placas informativas relativas a las especies más relevantes con las que cuenta el jardín. Cada placa lleva un código QR para poder acceder vía web (www.berrizjauregi.eus) a información más detallada para acercar este patrimonio tanto a la ciudadanía del municipio como las personas visitantes.
Otro de los grandes atractivos del jardín botánico-histórico ha llegado con la recuperación de las cascadas del estanque y la fuente principal donde se ha hecho un guiño a la mitología vasca incorporando un nuevo elemento tallado en madera: Erreka Mari, la última lamia que residió en Euskal Herria. “A través de varias bombas se ha conseguido recircular el agua de la fuente principal donde tenemos la escultura de origen francés llamada el pequeño tritón y, teniendo en cuenta la mitología vasca, hemos querido incorporar la lamia”, explicó Orlan Isoird, alcalde del municipio en la puesta de largo de la instalación.