La extirpación de una apendicitis. Esa fue la intervención quirúrgica que inauguró el Hospital de Cruces el 20 de julio de 1955. Un centro sanitario rompedor para la época por el cambio de paradigma que supuso en la atención sanitaria y que prácticamente se construyó en soledad como delata la imagen aérea tomada en ese año de su apertura. La también conocida en el ministerio de Sanidad franquista de la época como la Residencia Sanitaria de Bilbao Enrique Sotomayor se asentó en una zona muy despoblada, apenas salpicada por unos cuantos baserris y un conjunto de casas de tres y cuatro alturas enclavadas en el entorno de las intersecciones de los caminos que dieron nombre a la zona. Una toponimia que viene desde la antigüedad ya que por aquí discurrían dos ramificaciones del denominado Camino Real. Por cierto, de todas esas construcciones de la imagen superior no queda ni una en pie. Las campas sitas alrededor de esta zona fueron las elegidas para la construcción de un centro sanitario que pretendía aportar otra forma de atender a los pacientes de la entonces Seguridad Social.

Un edificio cuyas obras comenzaron en mayo de 1949 con un diseño muy peculiar en forma de curva, una marca de la casa del arquitecto bilbaino Martín José Marcide a quien el Instituto Nacional de Previsión le encargó los planos de gran parte de los hospitales construidos a mediados del siglo XX para el régimen. En ese yermo de bajas construcciones residenciales, destaca sobre manera la gran escalera helicoidal que centra el edificio sanitario curvado. Quince niveles, incluido el casetón superior en el tejado, que duplicaban en altura al resto del edificio y que eran para la época y el lugar donde se levantó un espectacular logro arquitectónico. Un hito singular que supuso a Marcide y a su colaborador el ingeniero Carmelo Monzó un gran esfuerzo de diseño y cálculo que fue reconocido con un artículo en la revista especializada inglesa Concrete and constructional engineering.

Más modesta a nivel arquitectónico, pero de gran importancia para el Cruces de los años 50, fue la construcción de la iglesia del barrio dedicada al Sagrado Corazón de María. Desafortunadamente, la imagen no recoge por pocos metros su perfil. Una construcción iniciada a finales de 1947 cuyos trabajos culminaron en 1953 celebrando su inauguración oficial el día 20 de junio. Misa solemne, pasacalles y exhibición de danzas vascas en la campa ubicada ante el templo acompañaron el acto.

Fue el inicio de la actividad del Hospital, asociada a la llegada en los años 60 de la inmigración domestica, lo que acabó de transformar radicalmente la tranquilidad que hasta entonces se respiraba en Cruces. Los derribos de las antiguas construcciones fueron naturales tras la venta de los terrenos para que los promotores empezaran a levantar los bloques de cinco alturas sembrados entre las actuales calles Llano, Blas de Otero, Okeluri, Sagasti o La Inmaculada. Después vino una urbanización generalizada, sin zonas verdes, que transformó las campas vacías en barriada y después en populoso barrio con miles de viviendas y comercios que daban servicio a la población flotante que empezaba a tener Cruces en torno al centro sanitario. Un crecimiento como barrio que una vez saturado el entorno del Hospital saltó a la zona de La Paz, al otro lado de la actual autovía A-8, cuyo germen podíamos imaginar fuera ese camino en curva que se observa a la derecha de la foto. De hecho, de la imagen solo se mantienen en la actualidad, el centro sanitario, con los añadidos que se han implementado en décadas posteriores para ampliar su asistencia, y la trama urbana de las dos calles principales, Horacio Etxebarrieta, la arteria que venía antaño de Burtzena, y Balejo, el trazado que unía el Cruces con el centro de la localidad a la que pertenece.

Y para terminar, los versos de una jota que en su publicación sobre las tradicionales romerías que se celebraban en Cruces recoge el autor José Ignacio Homobono para “pregonar la nueva realidad del barrio”. Rezan así: Cruces es hoy un barrio,/pronto será capital,/con su sanatorio nuevo/y su iglesia parroquial".