FUE uno de esos multitudinarios encuentros de la familia alrededor de la mesa del fútbol, como acostumbra; fue la puesta de largo de la XXI edición del Dani Güeñes Trophy; fue la constatación de que cuando los sueños entran en juego tienen la posibilidad de convertirse en realidad, en carne y hueso en la entrega de los premios Amets bat; fue el homenaje a José Ángel Iribar, el viejo Txopo que cumple este año los ochenta. Todo sucedió en el hotel Carlton con José Ángel Pereda, Daniel Ruiz Bazán, Dani, y el alcalde de Güeñes, Juan Andrés Iragorri, como anfitriones de un torneo que les corre por las venas.

Todo eran saludos y enhorabuenas tras el regreso de las tinieblas del covid que no había permitido organizar un torneo de este calado, de aire internacional. En la presente edición participarán el Athletic, Barcelona, Real Sociedad, Real Madrid, la selección de Enkarterri y la selección nacional de Andorra (las gestiones de Justo Ruiz cuajaron...) y como preámbulo ayer se entregaron, como les dije, los premios Amets bat, distinciones a futbolistas que tras pasar por el torneo infantil han llegado al fútbol de alta escuela, al profesional. Fueron cuatro del Athletic: el internacional Nico Williams, el delantero de Gernika cedido en el Alavés Asier Villalibre, el central internacional sub’21 Aitor Paredes y el guardameta Ander Iru, tercer meta rojiblanco tras Unai Simón y Julen Agirrezabala.

Fue todo un revuelto de nombres propios. El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, disculpó su retraso, justificado porque llegaba de la celebración del 50 aniversario del Danok Bat. Lo escucharon, la directiva del Athletic, Ainhoa Iza, Javier Clemente, Andoni Goikoetxea, Manolo Delgado, Rafa Alkorta, Fernando Quintanilla, Txirri, Joseba Elgezabal, el exarbitro Losantos Omar, Esteban Feijoo, Ondarru, Miguel Gutiérrez; Ibon Mujika, director de Desarrollo de DEIA, periódico sponsor del torneo; el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, María Loizaga; el presidente de Bilbao Dendak, Rafa Gardeazabal; Jorge Aio, de Bilbao Centro; José Ramón Taranco, de Laboral Kutxa; el jabalí Ismael Urtubi, Ricardo Moreno, Nica Cuenca, Aitor Elizegi, Itziar Villamandos, Iñaki Basabe, Kike Pérez, José Gondra, Anton Taramona, quien se ofrecía voluntario para reforzar al Bilbao Athletic, José Miguel Lanzagorta, Juan Elejalde y un buen puñado de gente comprometida con los orígenes del fútbol, con el fútbol base.

Entre ellos se encontraban Tomás Ondarra, autor del cartel, Jon Andoni Zarate; el presidente de Unicef en el País Vasco, Isidro Elezgarai, Santi Ansareo, Marcelino Gorbeña, Mariano Gómez, Txelu Besteiro, Joseba García, Beatriz Marcos, Roberto Méndez, José Antonio Nielfa, La Otxoa, Marijo Villanueva, Iñigo Urrutia, José Mari Amantes, Ander Arzo, Marieli Oviedo, periodistas de todas latitudes deportivas y una legión de gente que ama al fútbol por encima de muchas cosas.