Los repetidos casos de robos en bares, comercios y negocios de las últimas semanas han generado un clima de “preocupación” y de “inseguridad” en la villa durangarra. Esta misma semana, el restaurante Lapur Errota denunciaba el segundo asalto en menos de siete días. Los desconocidos rompieron, en su primer intento, un cristal para acceder al establecimiento, pero tras escuchar la alarma salieron corriendo. Sin embargo, este pasado miércoles a la noche volvieron a entrar a robar y en esta ocasión se fueron con las manos llenas, llevándose género que se encontraba almacenado, como cintas de chuletas y pescado. Este no ha sido el único caso. Al día siguiente, un negocio ubicado en el casco viejo de la localidad, concretamente en la calle Barrenkale, también fue objeto de otro asalto. En esta ocasión forzaron la puerta de acceso y tras revolver todo lo que había en su interior, se llevaron dos ordenadores de la empresa. Unos robos que se están produciendo con demasiada asiduidad en la villa durangarra, a los que hay que sumar otros a bares y tiendas ocurridos en pasado mes de febrero.

Una situación que tiene su reflejo en el informe de la tasa de delitos que publica anualmente la Ertzaintza. Según ese balance correspondiente a 2022 y 2021, los hurtos y robos en Durango han subido un 50,16%. Concretamente, el año pasado se denunciaron 931 casos frente a los 608 del pasado 2021. En cuanto a los hurtos aumentaron un 46,12%, pasando de 232 a 339 casos en un año y los robos con fuerza el incremento ha sido aún mayor, concretamente de un 72,31%, pasando de los 62 casos de 2021 a 112 el pasado año 2022. Otro apartado de los datos recogidos por la policía autonómica vasca, hace referencia a los robos con violencia que han pasado de los 17 a los 44 casos en un año. En total el año pasado, según este informe, en la villa durangarra se interpusieron 1.169 denuncias por infracciones frente a los 825 de 2021. El balance arroja una tasa del 43,26% de infracciones por cada mil habitantes en la localidad durangarra, convirtiéndose en una de las de más de 20.000 vecinos que suma mayor incremento en Euskadi.

Un aumento de casos y un balance que no ha tardado a saltar al ruedo político. Así, el primer partido en pedir medidas para atajar el problema ha sido el PNV. Los jeltzales durangarras recordaron que fue en enero cuando en ruegos y preguntas dieron a conocer su “preocupación” por lo que estaba ocurriendo. “Sin embargo, aún no hemos obtenido una respuesta al respecto”, matizaba este viernes la concejala Josune Escota. Por ello, el grupo municipal ha remitido al equipo de gobierno su voluntad de trabajar “conjuntamente” para buscar soluciones y adoptar medidas. “Desde el PNV, ante la inacción de este equipo de gobierno de EH Bildu y Herriaren Eskubidea- Podemos, proponemos que se cubran todas las plazas vacantes y que se garantice una mayor presencia de la policía municipal en la villa y una mayor colaboración con otros agentes para que también refuercen su presencia”.

Asimismo, los jeltzales subrayan que es necesario aprobar medidas “cuanto antes” para detener los numerosos casos de robos que están soportando los negocios durangarras. En todos los casos, “las infracciones han subido de una forma preocupante”, por lo que urge a que se tomen acciones. Por ello, “desde el PNV tendemos la mano al equipo de gobierno y lograr, así, aumentar la seguridad de los negocios y durangarras” añadió Josune Escota.