La Capitanía Marítima de Bilbao inspeccionó durante el pasado año unos 200 buques extranjeros en los puertos de Bilbao y Bermeo, lo que representa en torno al 8% de los que hicieron escala en estos destinos. Se trata de inspecciones al amparo del Memorándum de París (MoU) para mejorar la seguridad marítima y prevenir la contaminación, dos de las funciones que le corresponden a la Capitanía Marítima, tal y como informaban desde la Dirección General de la Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Además, con el fin de controlar las emisiones de azufre a la atmósfera, el año pasado se realizaron cerca de 200 inspecciones para el control de los límites de contenido de azufre en el carburante a otros tantos buques y se tomó muestras a un centenar más. Durante el año pasado también se realizaron 600 inspecciones a otros buques de la flota de pesca, embarcaciones portuarias y buques de pasaje, entre otros, para verificar que tanto las embarcaciones como la tripulación cumplen con la normativa vigente.

Asimismo, la Capitanía Marítima realizó más de 100 inspecciones a buques en construcción, sobre todo, en los astilleros Murueta y Zamakona.

La Capitanía Marítima de Bilbao también dirigió cerca de 200 emergencias atendidas por el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo, con el rescate, asistencia o búsqueda de más de 400 personas, un 56% más que el año pasado. Las actividades de náutica de recreo son las que más incidencias generaron el año pasado, concretaron desde la Dirección General de la Marina Mercante.

Asimismo, llevó a cabo la matriculación de casi 300 embarcaciones de recreo, más de un centenar a nombre de empresas para su explotación en actividades náuticas como el chárter o el buceo. También se matricularon 250 motos náuticas, 80 destinadas a empresas dedicadas a actividades de alquiler, fundamentalmente.

Otro de los datos aportados en este balance anual indica que en las dependencias de Capitanía Marítima se tramitaron cerca de 2.500 títulos y certificados profesionales de la marina mercante y de recreo y “se detectó un incremento notable en la emisión de las libretas de inscripción marítima, manteniéndose el elevado número de expedientes de títulos profesionales y certificados”, apostillaron desde la Dirección General de la Marina Mercante.

Por otra parte, Bilbao fue la sede en 2022 del ejercicio de lucha contra la contaminación (Polex) organizado por el Ministerio, en el que se puso en práctica la coordinación entre las diferentes partes implicadas para probar la capacidad de respuesta de los medios del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ante un vertido de fuel de bajo contenido de azufre.

La Capitanía Marítima de Bilbao también organizó un simulacro de abandono de un ferry incendiado con más de 450 personas a bordo. Se trató de un ejercicio de mesa de salvamento a gran escala utilizando los simuladores del Centro de Seguridad Marítima Integral de Jovellanos, en el que participaron además efectivos vascos de Emergencias.