Si hay alguna responsable política que conozca de primera mano lo que es imprimir el carácter femenino a la gestión de un municipio, esa es, sin duda alguna, la alcaldesa de Berango, Anabel Landa. La regidora se retira de la política tras 16 años –cuatro legislaturas consecutivas– llevando las riendas del municipio de Eskuinaldea. Lo hará a partir de las elecciones municipales del próximo mayo. Y podría dar paso a una mujer, tal y como le aconteció a ella misma en el lejano ya año 2007. “Haber sido alcaldesa de tu pueblo es lo más gratificante que hay, trabajar e ir sacando proyectos en favor de tu municipio es lo que mas alegrías te puede dar”, reconoce Landa.

16 años de trayectoria. ¿Cómo fueron los comienzos? Me imagino que diferente a lo de hoy en día.

Desde luego. La situación política era mucho más complicada en aquel momento, que entré en 2007. Por otra parte, ya en el 2008 se empezaron a ver los primeros visos de la crisis que llegó con posterioridad. Y luego ya, me tocó aquella crisis de pleno. Momentos económicamente muy duros, pero he vivido problemas de todos los colores. Inundaciones, desahucios, incendios.. De todo. Y bueno, sí que para mi ha sido una satisfacción, un logro, haber aprobado temas relevantes para la vida municipal, caso del Plan General de Ordenación Urbana en mi primer mandato, y ya, en este último, verlo desarrollado en parte. 

Hacer política municipal, en suma.

Eso es. Lo que ha posibilitado en poder realizar políticas tangibles, como la construcciones en el ámbito de actividades económicas, lo que ha generado empleo, y por otro lado, en cuanto a vivienda. Que más de 400 personas del municipio se queden en Berango. Eso es realmente hacer pueblo. 

Personalmente, ¿le dio vértigo cuando accedió al Ayuntamiento de Berango? ¿Se vio minusvalorada por ser mujer?

No es mi caso. Mi predecesora era una mujer, y en mi equipo de gobierno, al inicio y en las siguientes legislaturas, hemos sido mayoritariamente mujeres. Tengo que decir que, aunque sí ha habido ámbitos y momentos en los que estábamos en minoría las mujeres, no es algo que me haya marcado. No he sentido falta de respeto ni consideración por los y las vecinas de Berango. 

El panorama de la participación de la mujer en la política ha cambiado radicalmente en 16 años...

Está muchísimo más interiorizado que las mujeres ocupen puestos de responsabilidad en los Ayuntamientos. Aunque queda camino por recorrer, el papel de la mujer en la política se va normalizando y no puede ser de otra manera. La sociedad avanza hacia buen puerto en ese sentido.