Tarifas que tengan en cuenta no solo el recorrido o la frecuencia de uso sino también la renta familiar del viajero, trasbordos más baratos entre un medio de transporte y otro, con cero emisiones y que integren las bicicletas como una forma de viajar más. Así es como Bizkaia quiere que sea su transporte público del futuro, preferiblemente sobre raíles y no por carretera. Las Juntas Generales ha aprobado este viernes su Plan Estratégico del Transporte para el territorio, en el que recogen una serie de recomendaciones que servirán de base para elaborar las políticas públicas que definirán el transporte público hasta 2035.

El trabajo de la comisión se ha prolongado durante casi diez meses, desde marzo del año pasado. Durante este tiempo, han escuchado las aportaciones de nueve expertos en la materia -cada grupo juntero podía proponer hasta dos-, desde urbanistas a ecologistas, recogiendo sus reflexiones en un documento que fija las recomendaciones para el futuro del transporte público del territorio.

"Modelo de referencia y de calidad", según recoge el propio informe -un 97% de la población tiene una parada a menos de 500 metros y el 90% dispone de al menos dos medios de transporte en su municipio-, los modos en los que nos desplazamos a diario se enfrentan actualmente a grandes retos: un descenso paulatino de la demanda, un coste operativo deficitario de 141 millones al año, la necesidad de reducir la emisión de gases, los nuevos hábitos de movilidad... "Bizkaia tiene el reto de avanzar hacia un modelo más eficiente y sostenible, sin mermar su calidad para satisfacer las necesidades de movilidad desde un punto de vista de sostenibilidad económica, social y medioambiental", se advierte en el estudio.

Y cuidado, porque no todo parece depender de su gratuidad; si el objetivo es lograr que cada vez menos gente utilice el vehículo privado -y no únicamente ganar viajeros en el transporte público-, la única forma de hacerlo es, al parecer, desincentivar su uso. "Mejorar la calidad del transporte público y, principalmente, la gratuidad de este no garantiza incrementar el número de personas usuarias. Así como que incrementar el número de personas usuarias no garantiza tampoco la reducción del uso del vehículos privado", advirtió uno de los expertos.

Con todo, los grupos políticos con representación en la Cámara vizcaina han elaborado un listado de ocho recomendaciones en las que se abordan cómo hacer frente a los diferentes retos del transporte público. La primera es la que más afecta al bolsillo de los ciudadanos: el precio del billete. Frente al modelo actual, que únicamente tiene en cuenta el recorrido y el número de viajes, se aboga por adaptar las tarifas a las rentas de los usuarios. En este sentido, se plantea "implantar una integración tarifaria que nos lleve a una intensificación del uso del transporte público con el aumento del número de personas viajeras".

Trasbordos más baratos

Relacionado con lo anterior, está el tema de los trasbordos: si un usuario de metro paga solo un billete para hacer un recorrido, ¿debe seguir pagando dos quien tengo que combinar autobús y metro para hacer el mismo desplazamiento? En opinión de los partidos, no. Al menos, no en su totalidad. Reducir las cinco zonas tarifarias actuales -las tarifas no varían dentro de la misma zona, pero se incrementa al pasar de una a otra- y evitar que diferentes medios realicen los mismos recorridos son también otras realidades a abordar.

Otra de las recomendaciones que se desprende de las comparecencias es la de avanzar en el objetivo de lograr cero emisiones en el conjunto de las flotas, con la electrificación e hidrogenización en el horizonte más cercano. Se apuesta, además, por priorizar el ferrocarril, "un modo de transporte de elevada capacidad y de altas prestaciones que, además, reduce el número de accidentes, la congestión del tráfico diario y el impacto ambiental", según subrayaron los expertos. "Sobre esta base, cualquier avance hacia un reparto modal más sostenible pasa por que el modo ferroviario, de altas prestaciones, actúe como eje vertebrador".

La bicicleta se perfila como otro de los ejes vertebradores de la movilidad del futuro, "limpio de emisiones e impacto acústico". Para ello, se debe hacer una "apuesta decidida" por las estructuras que permitan su utilización en el día a día. "Tiene que ser considerada un modo de transporte más, que alcance la intermodalidad integrándola en la medida de lo posible en los otros medios de transporte", se apuesta. Y ahí el nuevo sistema de alquiler de bicicletas Bizkaibizi, afirman, jugará un papel "fundamental".

Viajes 'por cuidados'

La perspectiva de género es otro de los ámbitos que tiene que abordar el transporte público. "Los actuales sistemas de movilidad y transporte de la modernidad son masculinos, clasistas y centristas, muy vinculados a la supremacía del coche privado", advirtió una de las ponentes. Las mujeres no solo usan más el transporte público, sino que también lo hacen de forma diferente, y eso es algo que hay que tener en cuenta; no sirve de nada poner autobuses por la noche, por ejemplo, si luego ellas no se atreven a utilizarlo por miedo. Por ello, la comisión apuesta por fomentar un cambio de paradigma "que ponga los patrones de movilidad de las mujeres en el centro del análisis". ¿Un ejemplo? Considerar nuevas categorías de viajes, como las derivadas de los cuidados, que recaen mayoritariamente sobre ellas.