La acuicultura, no sin dificultades, continúa abriéndose paso en Euskadi. De hecho, ya hay una producción de mejillones en funcionamiento en la costa vasca, situada en Mendexa, entre Ondarroa y Lekeitio. Los moluscos bivalvos obtenidos en este criadero son comercializados bajo la marca Amarra. Pero ahora, se busca dar un paso más: el centro de tecnología marina y alimentaria Azti ha realizado un estudio para evaluar la viabilidad del cultivo de zamburiña –de la especie Mimachlamys varia– utilizando diferentes sistemas de cultivo en suspensión en el litoral. Y aún siendo una actividad que persigue ser incipiente, y obtener así una actividad complementaria al sector pesquero del Cantábrico, cabe señalar que los moluscos lograron alcanzar la talla comercial en ocho meses en aguas de alta mar y en 10 meses en aguas abrigadas del puerto, si bien la “elevada mortalidad debe reducirse para que el cultivo de esta especie pueda ser viable desde el punto de vista de rentabilidad económica”.

Dos han sido las ubicaciones experimentales elegidas por el centro investigador, que tiene una de sus sedes en la isla de Txatxarramendi, en Sukarrieta, para acometer su estudio, que fue llevado a cabo desde junio hasta agosto de 2020: “una batea situada en aguas abrigadas en un puerto (Mutriku) y un longline o cultivo suspendido ubicado en mar abierto, a unas dos millas de la costa (Mendexa)”. Los resultados del testeo han deparado sorpresas. “Las zamburiñas alcanzaron la talla comercial –40 milímetros– en ocho meses en aguas de alta mar y en 10 meses en aguas abrigadas del puerto, alcanzando un peso medio final de 10,23 gramos, independientemente del sistema de cultivo utilizado”. La supervivencia de los moluscos “fue baja tras los primeros meses de inmersión en ambos sitios –entre el 1,9 y el 56,9%–, aunque los valores de supervivencia más elevados se detectaron en las zamburiñas criadas en nasas en alta mar. Esta elevada mortalidad debe reducirse para que el cultivo de esta especie pueda ser viable desde el punto de vista de rentabilidad económica”, apuntan los tres investigadores que firman el estudio de Azti.

Alternativas

Asimismo, los investigadores aseguran que “la mortalidad de las vieiras negras puede deberse al estrés causado durante el transporte, acondicionamiento durante el transporte deben optimizarse”. Apuestan por buscar otras alternativas, destacando que “podría explorarse el suministro de semillas, como el desarrollo de un criadero o el uso de recolectores de semillas. Por otra parte, aseveran que “la investigación adicional debe llevarse a cabo con otra tecnología de cultivo para lograr tamaños más grandes”. En todo caso, el trabajo sí que ha aportado “datos relevantes para la diversificación de la producción de moluscos bivalvos en la costa vasca”, lo que abre el camino a que en un futuro se incorporen otros ejemplares a la cría.

El estudio

  • Objetivo. El estudio elaborado por Azti ha servido para evaluar la viabilidad del cultivo de zamburiña –’Mimachlamys varia’– utilizando diferentes sistemas de cultivo en suspensión en la costa vasca.
  • Ubicaciones. Durante la investigación, efectuada desde junio de 2019 hasta agosto de 2020, se colocaron en cestas ostrícolas y nasas en dos sitios experimentales: una batea situada en aguas abrigadas en un puerto (Mutriku) y un ‘longline’ o cultivo suspendido ubicado en mar abierto, a unas dos millas de la costa, en Mendexa.
  • Conclusiones. Las zamburiñas alcanzaron la talla comercial en ocho meses en aguas de alta mar y en 10 meses en aguas abrigadas del puerto, si bien se observó una “elevada mortalidad” que debe reducirse “para que el cultivo de esta especie pueda ser viable”.