Getxo acelera hacia la delimitación de las zonas de bajas emisiones, con la intención de que puedan ser una realidad antes de junio. El Ayuntamiento está trabajando ya en este asunto: ha comenzado por un estudio específico para conocer los detalles de la localidad y, una vez analizados los datos, procederá a tomar decisiones. Fuentes municipales señalan a este periódico que la previsión es que las áreas restringidas puedan estar marcadas “en este primer semestre del año”.

El Área de Medio Ambiente ha querido contar con la mayor información posible sobre la contaminación que sufre el municipio procedente de los vehículos. “Para ello, se está contratando a una empresa especializada que fije el punto del que partir. Desde ese momento, se fijarán los objetivos y las zonas concretas para implementar”, aseguran desde el Consistorio. El equipo de gobierno getxotarra entiende esta medida que recoge la Ley del Cambio Climático como una continuación de las iniciativas que está llevando a cabo en los últimos tiempos. En este sentido, Getxo fue pionero en instaurar la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora en prácticamente toda su trama urbana en julio de 2020. El Ayuntamiento aprovechó la nueva normalidad de entonces –cuando el confinamiento por el coronavirus estaba muy reciente– para adelantar sus planes y extender ese límite que ya imperaba en algunas vías a todas las carreteras.

El decreto elaborado por la institución local defendía esta acción con el fin de “calmar y reducir el tráfico, cambiar los hábitos de conducción, mejorar la calidad del aire, reducir la contaminación acústica y facilitar la integración del tráfico ciclista en la calzada con peatones y vehículos de movilidad personal; contribuyendo a mejorar la salud, la movilidad sostenible y aumentar la seguridad de la ciudadanía”. Asimismo, el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Getxo 2017-2030 ya contemplaba convertirse en ciudad 30. “Las medidas implantadas hasta ahora, como el límite de circulación a 30 kilómetros por hora en todo el municipio y la actualización del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, ayudarán a un menor impacto en la calidad del medio ambiente sonoro, promoviendo la mejora de la seguridad vial y la pacificación del tráfico”, recuerdan fuentes municipales, al hilo de las zonas de bajas emisiones.

En esta misma línea discurren las obras de reurbanización ejecutadas recientemente y en marcha en la actualidad. Por ejemplo, la transformación de la avenida Zugazarte, que ha pasado a tener cinco rotondas y dos espacios de estancia frente a la escuela de música Andrés Isasi y frente a la iglesia Nuestra Señora de Las Mercedes. O las obras de semipeatonalización de la calle Mayor, que se están ejecutando ahora, con las que ya se reducirá, de por sí, el acceso de coches al centro de Las Arenas. “Todas estas decisiones tienen como objetivo mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, mejorando la salud de la ciudadanía y la calidad de vida urbana, y la recuperación del espacio público para uso y disfrute del peatón”, inciden desde el Ayuntamiento.