En Otxarkoaga, el alumnado tomó papel, bolígrafo y metro para medir palmo a palmo todos los rincones del centro educativo. Después, con paciencia y cuidado, lo reprodujeron en una maqueta a escala en la que no faltaron ni mesas ni sillas en miniatura en las aulas. Ayer miércoles, este proyecto formó parte de la segunda Steam Azoka, un encuentro científico en el colegio Avellaneda de Sodupe con la participación de 16 centros educativos vizcainos y cerca de un millar de estudiantes. Medio centenar de trabajos dentro de esta reunión de la red EBI, dependiente del Obispado de Bilbao, probaron que la vocación científica despierta a cualquier edad y que ya no pesa sobre la Formación Profesional “ese estigma de que es el refugio del mal estudiante”, explicó Mari Jose Larrondo, directora del centro anfitrión donde más de 700 escolares cursan todo el itinerario “entre 0 y 18 años”, incluyendo el Bachillerato, aún sin FP.

Las siglas Steam en inglés responden a la suma de ciencias, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas como las que se desplegaron en Sodupe. En el acto inaugural, el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, instó a apostar por “los valores que representan el trabajo en equipo, innovación, emoción y competencias”. El alcalde de Güeñes, Juan Andrés Iragorri, señaló que las demostraciones que se pudieron ver anticipan “el potencial de los niños y niñas de hoy, que debemos aprovechar”. Por su parte, el obispo de Bilbao, Joseba Segura, recordó “la deuda que mantenemos con las mujeres científicas” y, en este sentido, reclamó “que eliminemos los sesgos por raza o sexo”. Para construir un futuro sustentado sobre la filosofía de esta feria “se necesitan personas ilusionadas”, sentenció.

Entusiasmo le sobraba al equipo del centro de Otxarkoaga que acudió a Sodupe con delicadas obras de encuadernación “confeccionadas a mano durante todo el proceso”, según contó la profesora Noemí Martínez. Objetos de madera, impresos en tres dimensiones, el huerto que cuidan... Todo les ayuda a “prepararse para una salida laboral orientada a personas con diversidades”.

La maqueta en la que mucha gente se detuvo a sacar fotografías corresponde a otro edificio del mismo centro. “Les marcamos unas pautas mínimas y se arreglan. Al terminar, organizamos un concurso en el que se elige el proyecto de un grupo”, detalló el profesor Fernando Herranz. Uno de los ganadores fue la catapulta que se pudo contemplar en el patio del colegio Avellaneda.

Más presencia femenina

Ahora mismo “casi todos los chavales de ciclo formativo encuentran trabajo enseguida, a los de soldadura nos los quitan de las manos, no hay que olvidar que Euskadi viene de una potente industria del metal, pintura y carpintería en madera están repuntando”. En el lado negativo, que “no conseguimos más presencia de las mujeres jóvenes”. Sin embargo, “en julio organizamos un curso al que acudieron más adultas con un éxito importante”.

De ahí la relevancia de inculcar la curiosidad científica desde la infancia. Así lo hace el colegio Avellaneda, cuyo curso de sexto de Primaria presentó “un robot de forma esférica que podemos programar desde la tablet con una aplicación en la que manejamos, por ejemplo, su velocidad”, relató una entusiasmada Maitane en compañía de su profesora, Tamara Mediavilla. En el centro de FP Zulaibar de Zeanuri se valen de la tecnología para mostrar “cómo se ejecuta correctamente la reanimación cardiopulmonar”, describió el profesor Josu Iriarte, de manera que las maniobras se reflejan en la pantalla del ordenador o el teléfono móvil.

En el Centro de Formación Somorrostro dejan que los estudiantes se manejen prácticamente solos en el reto de crear un monoplaza para el concurso Euskelec. “Electromecánica, automoción, producción mecanizada, marketing y telecomunicaciones”, según el profesor de electromecánica Juan Carlos Vega, se entrelazan en la aventura de “cincuenta alumnos”, orgullosos de dar a conocer el resultado.

En breve

En clase

Desde la infancia. La feria persigue fomentar el surgimiento de vocaciones científicas desde la infancia como resultado de metodologías de estudio innovadoras.

11.000

Escolares. Un millar de docentes y 11.000 estudiantes aglutinan en total los 16 centros representados en Sodupe con etapas educativas en Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional.

Innovación

Y Variedad. Coches eléctricos, robots, herramientas de realidad virtual, exposiciones de mineralogía, impresión en 3D, talleres de experimentación y videoconsolas educativas, entre otras iniciativas se expusieron en el colegio Avellaneda.