El pleno municipal del Ayuntamiento de Sopela tumbó este pasado jueves el proyecto de presupuestos presentado por el equipo de gobierno, formado por PNV y PSE. En la primera votación se registró un empate después de que PNV y PSE votaran a favor y EH Bildu, DB-TU y la concejala no adscrita Patricia de los Ángeles Alfonso votasen en contra, mientras que el edil de Elkarrekin Podemos se abstuvo. En cambio, en la segunda ronda de votaciones este último votó en contra, por lo que los presupuestos no salieron adelante.

De esta manera, ahora la hoja de ruta del equipo de gobierno pasa por ejecutar una prórroga del presupuesto del presente ejercicio una vez se cierre el actual a mediados del próximo mes de febrero.

Por su parte, el alcalde de Sopela, Josu Landaluze, tras ver consumada la negativa a las nuevas cuentas, señaló que “son cuatro meses de trabajo tirados a la basura sin ningún argumento sólido”. En este sentido, el regidor sostiene que después de ofrecer el cronograma del proyecto de presupuestos el pasado septiembre y, tras disponer el 20 de octubre del último informe de Udalkutxa, se ajustó el presupuesto “para al día siguiente mantener una reunión con EH Bildu y explicárselo, pero no ha habido ningún interés por su parte, ni siquiera de empezar a hablar”, desveló. Igualmente apuntó que esperaba “alguna aportación” por parte del resto de grupos de la oposición, pero tampoco se materializaron. Al mismo tiempo, Landaluze reconoce que el actual presupuesto es “muy bueno” y que les va a permitir “impulsar otros proyectos que en principio se habían descartado porque teníamos que destinar más dinero a electricidad o gas, cuyas partidas se habían duplicado”.

A este respecto, el principal grupo de la oposición, EH Bildu, justificó su negativa a la aprobación de las nuevas cuentas por “el escaso margen de tiempo dado por el equipo de gobierno para analizar los presupuestos y realizar un debate profundo”. Además, argumentaron que “no dan respuesta a los retos a los que se enfrenta Sopela”. Del mismo modo criticaron que no hacen referencia a “posibles inversiones estratégicas para Sopela, como la nueva biblioteca y las variantes de tráfico”. “La votación de los presupuestos es un hecho político importante y EH Bildu no puede dar el sí a nivel político al PNV, ya que proponemos otro modelo de pueblo. Las cosas se pueden hacer de otra manera”, concluyeron.

Proyectos

Sobre esta línea, el proyecto de presupuestos planteado por el equipo de gobierno ascendía a un total de 16,8 millones de euros, con un incremento de 300.000 euros respecto al anterior. Al capítulo de inversiones se preveía destinar una cuantía de 776.000 euros para llevar a cabo proyectos como la licitación de la urbanización de los números impares del área de Iberre de Larrabasterra (100.000 euros); la reforma integral del edificio del hogar del jubilado (80.000-100.000 euros) o la nueva comisaría de la Policía local, para la que hay una partida abierta de forma estimativa (25.000-50.000 euros) que luego tendría que completarse con modificaciones de crédito. No obstante, primero el Consistorio debe ejecutar la compra de la parcela para posteriormente, quizás después de las elecciones, licitar el proyecto de edificación.