El pasado 24 de septiembre, la vida de Aitor Gil dio un vuelco. Su perra Shira desaparecía de su casa en Zeberio y, desde entonces, no ha parado de buscarla. Un mazazo. Pero a pesar de que la desesperanza se ha adueñado de él en numerosas ocasiones, y ha habido días en los que ha llegado a pasar buscando a su perra durante 17 horas sin obtener resultados, no tira la toalla y seguirá haciendo todo lo que esté en su mano para tener alguna pista y poder dar con el paradero de Shira. “Estoy muy mal, mis perros son como mis hijos y me estoy volviendo loco buscándola”, comenta Aitor.

El deseo de encontrarla sana y salva ha hecho incluso que Aitor haya parado en seco un proyecto profesional que iba a poner en marcha. En este sentido, “justo antes de desaparecer Shira estaba ya ultimando los detalles para abrir mi propia escuela de Artes Marciales”, pero ha decidido posponerlo porque en estos momentos “necesito encontrar a Shira. Son ya más de 50 días sin encontrarla y cree que “se la llevaron”. Su lucha en estos momentos está alejada del cuadrilátero al que tantas veces se ha subido Gil, y se ha trasladado a la calle, en esa búsqueda incansable en la que Aitor está poniendo todo lo que tiene, y más.

Para este joven no es normal que, a pesar de “haber recibido muchísimas pistas, no tenga una foto de mi perra”. Y es que han sido cientos de pistas las que le han llegado a través del móvil o por las redes sociales, “pero nunca resulta ser Shira”. Aitor relata en este sentido una realidad muchas veces obviada, y es que “la gente no se puede imaginar la cantidad de perros que se abandonan, porque me he encontrado más de uno”. Pista tras pista, Aitor ha intentado dar con el paradero de Shira pero ha sido en vano. “Cada tres días pongo en redes sociales algo sobre el tema y he colgado por toda Bizkaia más de 1.200 carteles”.

La perra desapareció en Zeberio. A. G.

A pesar de las pistas, “la mayoría no llevaban a nada y los perros que he encontrado no eran Shira”. Golpe a golpe ha ido llevándose muchas desilusiones en esta búsqueda, ya que "no he conseguido que nadie me asegure que el perro que ha visto cuando me han dado el aviso era Shira". Son ya muchas horas buscándola, incansables jornadas de búsqueda sobre el terreno, en coche y también desde casa.

No obstante, Aitor agradece el “gran apoyo de la gente, no podía imaginar que se fueran a volcar tanto y es algo que agradezco de corazón”, explica emocionado. La búsqueda por parte de este apasionado de los animales es incansable. Basta saber que “he llegado a estar 17 horas seguidas buscándola”, o que “en dos días hice 920 kilómetros con el coche, parando en los pueblos a poner carteles y comentar la situación a la gente de esos pueblos”, para darse cuenta de la importancia que tienen los perros para Aitor.

"ESTOY ROTO"

“Son como mi familia, por desgracia no tengo mucha familia y no he tenido una vida fácil, y mis perros siempre han sido como mis hijos”, explica. Mucha gente no entiende que los animales puedan llegar a ser tan importantes, pero “en estos momentos estoy roto, he hecho lo imposible para encontrarla y ni así he podido saber nada de ella, me estoy volviendo loco”, comenta. La pérdida de Shira ha detenido en cierto sentido la vida de Gil, llegando a parar el proyecto de abrir una escuela de Artes Marciales, que Gil lleva practicando muchos años y en distintas modalidades. "Tenía mucha ilusión y es un proyecto en el que llevo mucho tiempo trabajando, pero me está costando", admite.

No puede explicarse con palabras la pena y el desasosiego que Gil siente en estos momentos, y "aunque habrá gente que piense que un perro no es tan importante, para mí son parte de la familia y perder a una perra de esta manera está siendo muy duro, solo quiero que aparezca, no le deseo a nadie esta situación". Pero Gil está acostumbrado a lidiar con situaciones complicadas y en esta ocasión no va a ser diferente. "Estoy esforzándome al máximo y voy a seguir por este camino".

Tiene otros dos perros y le parece raro que Shira desapareciera “así sin más”. Cree que “se la han llevado porque es improbable que se fuera y que no haya vuelto o no estuviera por las inmediaciones”. A Shira se la dio un amigo suyo y “es una raza poco habitual por aquí, como un mastín turco”. Las redes sociales han sido unas de las vías principales para intentar encontrar a su perra, pero “no está funcionando, y eso a pesar de que la gente se ha volcado y me están ayudando mucho, hasta personas que ni conocía”.

También cree importante que “en las clínicas veterinarias, si hay la más mínima duda, que les pasen el lector del chip. No creo que si alguien tiene a mi perra la lleve al veterinario, pero si por un casual pueden tener alguna duda quiero pedir que se aseguren de que son sus verdaderos dueños”. Tras más de 50 días, y “desesperado” porque ya no sabe ni qué hacer, Aitor solo espera “encontrarla en buenas condiciones, si alguien sabe algo le pido que contacte conmigo”

Se puede contactar con Aitor Gil a través del teléfono 608327084.