Acudir a los cementerios el día 1 de noviembre es una tradición eterna y que pese a los años se mantiene más viva que nunca. A José Luis Udaondo visitar a sus familiares fallecidos le da fuerzas para sobrellevar lo que califica “de una vida dura”. “Venir al cementerio me da paz y me ayuda a seguir adelante. La enfermedad me ha complicado la vida ”, ha explicado, sin entrar en más detalles . Sobre las 11.30 Jose Luis ha llegado al pateón familiar para limpiarlo y depositar un centro de crisantemos. Antes se ha sentado en el frío mármol y se ha encendido un cigarro. “Suelo hablar un rato con ellos. Aquí tengo a mis padres y dos hermanas enterradas”, recuerda.
Después de dos años, las visitas a los cementerios por el Día de Todos los Santos se pueden realizar sin restricciones en Bizkaia. Concretamente se espera para a lo largo de toda la semana unas 25.000 personas se acerquen a los camposantos de Bilbao y Deusto hasta el día 1, jornada en la que se espera la mayor cantidad de visitantes. El Ayuntamiento de Bilbao, a través de Bilbao Zerbitzuak ha establecido un operativo para garantizar un servicio “cercano, respetuoso y de calidad en previsión de las multitudinarias visitas el 1 de noviembre”, han explicado la teniente de alcalde y concejala de Salud y Consumo, Yolanda Díez. A las doce el obispo de Bilbao, Joseba Segura ha oficiado la misa en la capilla del cementerio. María Luisa Ruiz no ha querido perderse la misa, después de visitar la tumba en la que está enterrado su marido que falleció hace cuatro años. “Yo vengo casi todas las semanas”, ha dicho.
En cuanto a los horarios, el cementerio de Bilbao puede visitarse en su horario habitual de invierno desde las 08.00 a 18.00 horas. En el caso del de Deusto, también mantiene el suyo, de 08.00 a 15.00 horas, a excepción del día 1 de noviembre que prolongará su cierre hasta las 18.00 de la tarde.
Al igual que en otras ocasiones, Bilbao Zerbitzuak ha convenido con la Cruz Roja de Bizkaia que el día 1 de noviembre desplacen al cementerio municipal de Bilbao un dispositivo de personas voluntarias y una ambulancia de soporte vital básico, que se ubican en el aparcamiento del acceso principal del recinto. En este sentido, en la entrada principal del cementerio, “personas voluntarias de la Cruz Roja, provistas de dos sillas de ruedas, están disponibles para poder desplazar por el interior del campo santo a las personas visitantes con movilidad reducida que lo soliciten”. El propio cementerio dispone de otras dos sillas de ruedas eléctricas “para que puedan ser usadas por las personas que las necesiten y así facilitar la visita, y que sea más atractiva, cómoda y fácil también para sus acompañantes, que son quienes deben manejar la silla”.
En los accesos al camposanto se han colocado puestos de venta de flores. Según han explicado Marisa y Rosi, de La empresa Nagore Flores y plantas este año se ha notado que la gente ha adelantado la compra de flores. “Al ser puente muchos han venido antes a poner flores”, han dicho. Aunque para Marisa, lo de depositar flores en el cementerio es una costumbre que, aunque no vaya a desaparecer, con los años ha ido dismuyendo. “La gente joven no quiero tomar estas responsabilidades. Ahora, muchos se incineran y ya no hay que venir al cementerio a traer flores como antaño”, ha dicho.
