Un 9 de septiembre de 1947 se colocó solemnemente la primera piedra del nuevo barrio de Olabarrieta, de Galdakao, con la bendición del obispo de la Diócesis de Bilbao. Se trataba de una promoción de edificaciones vinculadas a la cercana planta de Firestone (hoy Bridgestone), empresa dedicada a la fabricación de neumáticos y llantas para vehículos que estaba en pleno crecimiento y requería de mucho personal para sacar adelante la producción. El historiador Xabier Valencia explica sobre esta iniciativa urbanística que “a fin de atraer y consolidar una eficiente y duradera mano de obra, y ante la evidente necesidad de vivienda que esto conllevaba, la empresa Firestone Hispania decidió construir un barrio para el personal de la factoría cercano a sus instalaciones fabriles”. Así surgió el conocido como Poblado de Firestone, “ubicado en terrenos del jaro Aperribaialdea y los montes Artxubi e Iñigobaso, lugar este donde se ubicaría el núcleo central de la nueva urbanización, como así figura en el permiso de petición de obra”, precisa.

Los terrenos necesarios para llevar a cabo el proyecto fueron comprados a “un personaje peculiar, al abogado José María Murga Mugartegi, militar liberal durante la Guerra Carlista, viajero empedernido, diputado y gran conocedor de la cultura marroquí, conocido allí como Al-Baghadi o el moro vizcaino, era pariente de los dueños de la casa Olabarrieta, la familia Azurduy”, añade el historiador.

Primera piedra del barrio.

Y tras dos años de obras, fueron entregadas las primeras 17 viviendas a los nuevos inquilinos. “El proyecto arquitectónico se basaba en cuatro tipos diferentes de casas, entre las que predominaron el estilo neovasco y el neomontañés, todas ellas rodeadas de un terreno-jardín. Estas primeras casas fueron entregadas a los propietarios en noviembre de 1949, con la bendición del Vicario General de la Diócesis de Bilbao y la asistencia de los directivos de la empresa, los alcaldes y párrocos de Galdakao y Basauri. Este acto de entrega supuso la inauguración del barrio de manera simbólica”, añade Xabier Valencia.

En los primeros años fueron a vivir a la zona 120 familias de obreros y oficinistas de la fábrica, en su mayoría matrimonios jóvenes, aunque en las últimas décadas se ha producido cierto relevo con la llegada de nuevos residentes. Actualmente hay 282 personas empadronadas en Olabarrieta.

Ofrenda floral el domingo

Se han cumplido ya 75 años de la colocación de esa primera piedra de un proyecto que se convertiría en todo un barrio de carácter obrero que creció con muchos lazos de unión entre sus residentes. Y para conmemorar esa efemérides, su agrupación de vecinos celebrará mañana un acto de recuerdo del aniversario. Organizado por la Asociación de Vecinos de Aperribai, Olabarrieta y Txistulanda, la sencilla programación se centra en la ofrenda floral que se realizará en el monolito que recuerda la primera piedra y que tendrá lugar después de la misa de las 13.00 horas.

Los protagonistas serán la persona con mayor edad y la más joven del barrio, con el objetivo de simbolizar la conexión entre el pasado y el futuro del barrio. El acto estará ambientado por la música de txistularis y el baile de dantzaris y está confirmada la presencia del alcalde de Galdakao.