Portugalete
– “Son las fiestas de la vuelta a la normalidad, son las fiestas del año del 700 aniversario, es domingo, hace buen tiempo... Es un guion ideal para el inicio de nuestras fiestas y para poder disfrutar”, comentó Iván Miñambres, pregonero de las fiestas de Portugalete. Y es que pasaban las 20.00 horas cuando el cineasta jarrillero hacía lectura del pregón previo al inicio oficial de las fiestas de San Roque de Portugalete. Un pregón cargado de emoción y tras el que Eneritz Mancisidor, la txupinera, encendió el txupin desde el balcón de la casa consistorial jarrillera y cuando el cohete estalló, Portugalete se sumergió en un tsunami de jolgorio y celebración.
Así dieron comienzo las fiestas de San Roque del presente año, unas celebraciones que se desarrollarán hasta el próximo miércoles a medianoche y que están cargadas de simbolismo para los portugalujos. Además, este es un año especial para la localidad, puesto que está festejando el 700 años de su fundación como villa y, por todo ello, los portugalujos tenían muchísimas ganas de anudarse el pañuelo amarillo al cuello y empezar a disfrutar de cuatro jornadas de fiesta muy intensa.
El comienzo oficial de los festejos tuvo lugar pasadas las 20.00 horas, pero el ambiente festivo había comenzado mucho antes en la noble villa jarrillera. De hecho, el corazón del municipio ya luce galas festivas desde el pasado jueves, cuando con motivo del inicio de las prefiestas, las txosnas y puestos ya empezaron a funcionar a pleno rendimiento y, por ejemplo, a lo largo de todo el fin de semana se ha podido disfrutar de un mercado medieval que ha llevado a Portugalete a disfrutar de la época en la que María Díaz de Haro otorgó la Carta Puebla que hace 700 años dio el estatus de villa a la localidad.
El programa de prefiestas fue generando ambiente festivo en la noble villa jarrillera y la temperatura festiva fue sumando grados a lo largo de la tarde de ayer con varias actividades. De esta manera, la txupinera, Eneritz Mancisidor encabezó una bajada que a las 18.30 horas partió de la plaza San Roque y que desembocó en la plaza del Solar, en los aledaños del ayuntamiento. Justo frente a la casa consistorial tuvo lugar el aurresku de honor para homenajear al pregonero, Iván Miñambres; a la txupinera, Eneritz Mancisidor; a la txupinera txiki, June Sádaba y al banderizo de honor por el 700 aniversario de la villa, José Hernández Pepillo. Ese aurresku fue la muestra de que estas fiestas de San Roque serán únicas porque no se cumplen 700 años todos los días y ya con la temperatura festiva reventando el termómetro llegó el momento de que el pregonero y la txupinera subiesen al balcón del ayuntamiento para dar comienzo oficial a los festejos. Abajo, en la plaza del Solar, una multitud les esperaba para poder vivir juntos un momento muy especial y que se ha echado muchísimo de menos durante los duros tiempos de pandemia. Entonces, Iván Miñambres leyó el pregón y acto seguido Eneritz Mancisidor encendió el txupin que al estallar llevó a Portugalete la fiesta y el jolgorio. Volver a celebrar. Volver a disfrutar. Volver a juntarse. Todo ello para continuar construyendo las señas de identidad que a lo largo de siete siglos han hecho de Portugalete un lugar único.
Una vez comenzaron oficialmente las fiestas de San Roque, el primer gran acto tuvo lugar pasadas las 21.15 horas con la celebración de la Tamborrada Portugaluja, un acto que llenó de sones tamboriles las calles de la noble villa hasta llegar al kiosko de la música de la plaza del Solar, punto que en el que se interpretaron las cuatro obras que compusieron la tamborrada. Más tarde, tres toros de fuego inundaron de luz y color la plaza del Solar antes de que Huntza atestase de ritmo y buen rollo el escenario ubicado en la explanada de Rialia. No faltó, como no podía ser de otra manera, el que fuera su primer éxito, Aldapan Gora, un tema que le viene como anillo al dedo a una villa en la que las cuestas forman parte de su identidad como Portugalete, municipio que hasta el miércoles a medianoche celebrará sus fiestas de San Roque. l
