Los Ayuntamientos de Berriz y de Mallabia han dado a conocer los resultados de las obras realizadas en la antigua carretera de Oka, estrenando nuevas zonas de esparcimiento y una ruta ciclable y peatonal, que une los dos términos municipales y que transcurre desde el cruce de Lariz (Berriz) y la ermita de Zengotita (Mallabia). Se trata de la antigua carretera BI-3340, con una longitud de aproximadamente 1,5 km, y que quedó en desuso cuando se ejecutó la actual BI-633 a su paso por Trabakua. “El estado de conservación de este tramo, sobre todo, en algunos puntos era intransitable en condiciones de seguridad y por ello las administraciones de Berriz y de Mallabia decidimos solicitar la cesión de este tramo de carretera a la Diputación Foral de Bizkaia para recuperar dicha vía y convertirla preferentemente en ciclable y peatonal”, explicó Orlan Isoird, alcalde de Berriz.

En cuanto a las actuaciones ejecutadas se ha realizado la limpieza de la calzada, se ha subsanado el riesgo de taludes y se ha colocado la señalización de itinerario peatonal y ciclable. Además, se han acondicionado aparcamientos en diferentes tramos de la carretera y se han creado nuevas zonas de esparcimiento con merenderos, miradores y bancos. “El objetivo de estos trabajos ha sido poder crear una nueva ruta peatonal y ciclable con todas las garantías de seguridad y que pueda ser también una nueva zona de esparcimiento para el disfrute de todas las personas y una oportunidad de contemplar las maravillosas vistas de nuestro entorno. El mirador se ha ubicado estratégicamente en la mejor zona de vistas que actualmente se encuentra franqueado con pinos. Para despejar la zona estamos manteniendo diversas conversaciones con los propietarios de los terrenos adyacentes para poder adquirirlos, eliminar los pinos existentes y seguir avanzando en la recuperación paisajística del entorno con nuevas plantaciones de arbolado autóctono”, añadió Isoird.

Por su parte, el alcalde de Mallabia, Igor Agirre, apuntó que “esta actuación forma parte del proyecto de recuperación del patrimonio natural, tal y como hemos hecho recientemente con la ruta de las cascadas para el disfrute de todas las personas. En este caso además conseguimos una vía peatonal y ciclable, impulsando así una nueva forma de movilidad sostenible”. En lo económico la obra ha sido ejecutada con un coste final de 367.022 euros, IVA incluido, y ha sido sufragada en su totalidad por la Diputación Foral de Bizkaia.