Sopela servirá como experiencia piloto para probar un innovador sistema que trata de envolver el ruido precisamente donde más se produce, en la zona de las ruedas del metro, con pequeñas barreras envolventes. La actuación se llevará a cabo en la calle Sugurdialde de Larrabasterra, donde ya se han instalando a modo de prueba, en el lado de la vía por la que circulan los trenes que se dirigen a Plentzia, las pantallas de dos y cuatro metros de altura con relleno de lana de roca para absorber el ruido en la línea.

Las nuevas minibarreras se van a instalar a lo largo de 50 metros, en las vías contrarias, en sentido Bilbao, donde no se pudieron instalar las pantallas por falta de espacio y donde también existen viviendas. La solución ha sido desarrollada por una startup vizcaina, Acustrain, creada por el centro de investigación y desarrollo tecnológico Tecnalia y la empresa especializada en infraestructuras y edificación Becsa, que tiene su sede en el Parque Científico y Tecnológico del territorio.

Se trata de una barrera acústica, de menos de 1,5 metros y con forma de 'L' invertida que frena la propagación del ruido generado por el contacto y la vibración entre los elementos inferiores de las unidades ferroviarias y las vías, creando una especie de pantalla que retiene el sonido. Se trata de acercarse lo más posible a la rueda, capturando el ruido desde el principio, ya que "cuanto más te alejas del foco emisor, más se abre la onda", explicaban.

Son estructuras modulares de hormigón que combinan un diseño geométrico y material absorbente en su interior para combatir la contaminación acústica que se genera principalmente en la zona inferior de la unidad ferroviaria, en el roce entre la rueda y la vía, y los compresores. "Lo que hacen es envolver el foco emisor, que suele estar en la zona baja de las unidades, en el contacto carril-rueda", describían desde el CTB. "Si conseguimos hacer eso, habremos triunfado", confían.

El pero está en que el sistema no podrá ser instalado en su integridad. El modelo de Acustrain incluye también otro módulo de hormigón entre ambas vías para cerrar también por el otro lado la emisión de ruido, que en el caso de Sopela no se puede instalar por el escaso espacio que queda entre las unidades que circulan en un sentido y en otro. "Solo podemos colocarlo en uno de los lados, de los cuatro que contempla la idea inicial de Acustrain. No absorberá todo lo que haría en el caso de instalar ambos elementos pero vamos a ver lo que podemos reducir; cualquier disminución del ruido, bienvenida sea".

La instalación estará concluida, según las previsiones que baraja el Consorcio de Transportes de Bizkaia, en menos de seis meses. Las ventajas que ofrece este nuevo método son varias. Por un lado, no necesita cimentación adicional -uno de los problemas en zonas sin mucho espacio-, consigue una atenuación acústica igual o superior a la que se obtiene con una pantalla acústica convencional situada más lejos del foco, tiene un coste inferior a éstas y, debido su baja altura, tiene menor impacto visual.

SOLO EN ERMUA

De momento, el sistema únicamente se ha instalado en la estación de Euskal Trenbide Sarea en Ermua, hace dos años a lo largo de 310 metros de longitud. Si la solución funciona, la idea es poder ponerla en marcha en otras zonas en las que no es fácil ubicar una pantalla acústica o las soluciones que se han llevado a cabo no han obtenido el resultado esperado. "Nos podría dar mucho juego para instalarlo en otros lugares en los que no son posible otro tipo de sistemas", aseguran desde el Consorcio de Transportes de Bizkaia.