La calle Meso, en Astrabudua, será sometida a una reurbanización que servirá, entre otros aspectos, para ensanchar sus aceras y habilitar un carril central en la calzada en el que las bicicletas tendrán prioridad. Tras estas obras, se instaurará el límite máximo de velocidad para los vehículos de 30 kilómetros por hora. La intervención se dividirá en dos fases y la primera de ellas, si se cumplen las previsiones, empezará alrededor de octubre y se extenderá durante unos seis meses.

“La calle tiene en la actualidad una anchura de aceras de unos 50 centímetros y de 80 en algunos puntos. El espacio para el tránsito peatonal, por lo tanto, es bastante escaso y el objetivo es ganar terreno para los peatones y que sea una calle más amable, con más árboles y más verde”, admitió ayer lunes la alcaldesa de Erandio, Aitziber Oliban. Es por ello que el proyecto contempla que, al menos en una de las aceras, haya una anchura mínima de 3 metros y se coloquen unidades de jardinería. Ello conllevará la supresión de sitios para estacionar. “Desaparecen plazas de aparcamiento porque el espacio es finito y si ganas metros para el peatón, los pierdes para el vehículo. Esta es una de las calles centrales de Astrabudua y el tráfico seguirá abierto, pero lo que tenemos que hacer es diseñar ciudades habitables y amables con el peatón y priorizar que los niños puedan andar con menos peligro por nuestras calles”, destacó convencida la primera edil.

Otra de las actuaciones en Meso será la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento, que “aunque es la parte invisible de la obra es realmente lo que supone un coste mayor”, tal y como precisó Oliban. En este sentido, la primera etapa de las labores, entre Iturribengoa Zeharkalea y la intersección con Lubarri, acarrea una inversión de 1,3 millones de euros. El Ayuntamiento utilizará para estos trabajos los fondos forales Herriak Egiten y también parte del remanente del que dispone. Esta reurbanización fue una de las iniciativas que se quedó en stand-by cuando estalló la pandemia. “Debido al covid, hicimos una revisión del Plan de Mandato y fue uno de los proyectos que se retrasó, pero con el fondo de la Diputación y un poco de remanente, hemos apostado por llevarlo adelante”, señaló la regidora erandioztarra. Las obras están en proceso de licitación, y por eso, Oliban no concretó exactamente los plazos, pero sí habló de que la idea es que “empiecen a finales de este año y terminen a mediados del que viene”.