La gaviota patiamarilla -Larus michahellis-, el ave más numerosa en el frente costero de Bizkaia, que incluso coloniza los tejados y azoteas de numerosas áreas urbanas como Lekeitio, Bermeo o zonas del Bilbao Metropolitano, experimenta un severo declive en el herrialde, que llega a alcanzar el 82% en conjunto. Censos recientes elaborados por biólogos han revelado "un declive poblacional acusado" de la especie durante los últimos veinte años, cuando antaño era muy numerosa en la cornisa cantábrica vasca. Ya a mediados de la década pasada se registró en la costa vasca un declive cercano al 50% respecto al censo realizado en 2007, si bien esta caída no ha tenido tope. Más bien se ha intensificado. Ya no se observan las imágenes de antaño en los pueblos del litoral vizcaino. El cierre de la mayor parte de los vertederos, junto a la aparición de una enfermedad que ha afectado a su población, podrían estar detrás de su profunda decadencia.

"En términos absolutos la población ha pasado de un promedio de unas 4.200 parejas reproductoras durante la década de 2000 a 1.861 parejas en 2021", según alerta un estudio recientemente publicado en la revista Munibe. En todo caso, la investigación de los expertos -un grupo conformado por Juan Arizaga, Aitor Galarza, Sergio Delgado, Nere Zorrozua, Asier Aldalur, Oscar Carazo y Jon Zubiaur, del departamento de Ornitología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y del de Zoología y Biología Celular Animal de la UPV- apunta que "hay pequeñas colonias, especialmente en torno al estuario del río Nervión, para las que no se tienen datos en 2021, por lo que la cifra dada para este año sería ligeramente mayor". En todo caso, las colonias ubicadas en puntos antes estratégicos como la isla de Garraitz, en Lekeitio, o la isla de Izaro, en Bermeo y frente a Urdaibai, han sufrido caídas que superan el 80%. En decir, ocho de cada diez gaviotas patiamarillas ya no ocupan su lugar. Pese a la caída en Bizkaia, "regionalmente se observan diferencias notables" en el conjunto de Euskadi. "En Gipuzkoa la población ha disminuido un 6%, mientras que en Bizkaia el declive alcanza un 82%".

En cuanto al número de colonias, este tiende a disminuir ligeramente, "pasando de un máximo de 27 en la década de 2000 a 24 en 2021. Además, el número de colonias con más de 100 parejas ha pasado de 10 durante la década de 2000 a 4 en la actualidad". Cabe mencionar el fuerte descenso o práctica desaparición experimentada en las que fueron las colonias más importantes de la costa vasca, situadas en el litoral al este en Bizkaia -destacan en este contexto Lekeitio y las islas de Izaro y Aketx de Bermeo- frente al mantenimiento de las colonias más orientales, situadas en Gipuzkoa, "que convierte a Ulia en la colonia más numerosa de la costa vasca en la actualidad". Pese a la negativa situación en el este de Bizkaia, resulta de interés la creación de nuevas colonias en el denominado Gran Bilbao, ubicadas a lo largo del estuario del Nervión. En todo caso, los biólogos vislumbran un negativo futuro para las gaviotas patiamarillas. "De continuar el declive, la especie podría rarificarse como reproductora en varios tramos de costa y pasar a estar casi amenazada", advierten.

En todo caso, el declive en Bizkaia se incluye en un contexto más general en toda el área cantábrica. "Se alinea con la tendencia observada en otras zonas de España, la cual varía entre un 30% -en Galicia- y un 80% en Baleares". Son datos negativos. En cuanto al llamativo declive tan acusado que experimenta Bizkaia, en concreto es la colonia de Izaro, a las puertas de la reserva de la Biosfera de Urdaibai, la que parece salir peor parada. La que en su día fue la mayor colonia de la costa cantábrica ha disminuido su tamaño en algo más del 80%. También destaca la desaparición o drástico descenso de las que habían sido hasta la fecha las colonias más importantes junto con Izaro, situadas sobre todo entre Lekeitio y Barrika. La razón para ello podría ser "compatible con la existencia de un fuerte efecto denso-dependiente: al cerrarse el vertedero de Jata (en 2013), del que dependían muchas colonias de la zona, la repentina reducción de recursos habría puesto en compromiso la supervivencia en una zona con una alta densidad de individuos". Por el contrario, la colonia más cercana a Jata, en el caso más concreto de la central nuclear de Lemoiz, "ha aumentado", resaltan.

En todo caso. el descenso generalizado parece asociarse, mayoritariamente, al cierre de vertederos. "Las gaviotas explotaron este recurso trófico intensamente, tanto en la costa vasca como en el resto de la región cántabro-atlántica. Y sin áreas donde puedan encontrar suficiente alimento", exponen los autores del estudio, parece que esa situación "está provocando un cambio en la ecología trófica de la especie y, presuntamente asociado a la disminución de este recurso, clave para muchas colonias, ha acarreado efectos negativos en parámetros demográficos como la supervivencia". Aún así, en el lado bueno de la balanza, el informe, de 13 páginas en total y con numerosa información, destaca un incremento destacable en el número de colonias en núcleos urbanos, "asociado a un incremento paralelo, aunque ligero, en el número de aves vinculadas a esas colonias".

Núcleos urbanos

En todo caso, la población de gaviota patiamarilla asociada a núcleos urbanos en Euskadi es pequeña. Muchas de ellas se encuentran, mayoritariamente, en el Bilbao Metropolitano, en localidades como Sestao, Muskiz, Barakaldo, Portugalete o Santurtzi, por ejemplo. Pese a ello, el estudio revela que "es recomendable evitar el incremento de este tipo de colonias en núcleos urbanos, con el fin de minimizar los conflictos con el ser humano". A esa labor se han encomendado, por ejemplo, en municipios como Bermeo, Mundaka o Lekeitio, que durante los últimos años se han afanado en la reducción de sus colonias urbanas, hasta el punto de que Bermeo, por ejemplo, ha visto decrecer sus gaviotas este último año en un 36%. El método utilizado es la invalidación de los huevos.

Además del cierre del vertedero de Jata, principal sustento de las gaviotas patiamarillas a lo largo de los últimos años, la especie ha sufrido una misteriosa enfermedad. Un "síndrome paralizante" que ha generado la muerte a centenares de ellas. La situación ha alertado a varias administraciones, como es el caso de las de Portugal. Aún así, su origen y sus causas concretas aún son desconocidas. l