El Museo de Las Encartaciones, propiedad de las Juntas Generales de Bizkaia, continúa con su trabajo de difusión del pasado de la comarca encartada. Ayer jueves se hizo público el último capítulo de este proceso con la difusión del trabajo del historiador Goio Bañales que ha reunido en un volumen 276 documentos de entre los siglos XIV y XIX (fechados entre 1297 y 1821); un importante reclamo y una herramienta de trabajo útil para investigaciones.

Encartaciones. Documentos para su historia (1297-1821) es una continuación de otro volumen publicado el año pasado, reúne en 1.362 páginas escritos de todo tipo: actas, documentos históricos, ilustraciones, diezmos, jurisprudencia... El lector podrá encontrar transcripciones que recuerdan la fundación de antiguas villas, como la de Lanestosa en 1287; podrá intuir los modos de vida del siglo XIV al leer los diezmos que tenían que pagar los labradores de Arcentales y Santurtzi en 1386; se acercará al mundo naval de la Edad Media con las menciones a las carabelas de Martín Ochoa de Larrea (1480) o Martín Díaz de Mena (1480); recordará las fortalezas de Balmaseda y San Martín (1480); observará la formación de los límites de los pueblos gracias al apeo entre Salcedo (Zalla y Gueñes), Gordexola y Okendo de 1406; recordará como la cántabra villa de Castro Urdiales fue parte del Corregimiento de Bizkaia durante parte de su historia; y confirmará la importancia del hierro en la economía de Las Encartaciones conociendo las carradas de vena que recorrieron el valle de Somorrostro desde la Edad Media hasta el siglo XIX.

Asesinatos, alborotos, batallas, destierros y disputas como la pena de muerte contra el vecino de Gordexola Diego de Larragorria por asesinar a Ochoa de Ortusaustegui en 1486 completan las páginas, así como historias de la cárcel de Barakaldo (1489), la condena a Ochoa de Salazar (1489) o los pleitos con los Bañales (1490), son otros de los reclamos de esta publicación. Muy señalado fue el alboroto y levantamiento realizado por 5.000 o 6.000 encartados que acudieron armados a Abanto en 1494.

Los antiguos caminos (1491), las veneras de los Montes Altos de Triano (1491), las ferrerías (1492), las antiguas ventas (1492) o el comercio con lejanos lugares de Castilla, como Medina del Campo, protagonizados por vecinos como Ochoa de Gulluri, natural de Galdames, quien viajaba allí en 1494, son algunos ejemplos del modo de vida de aquel momento. Una vida no siempre fácil como se documenta en 1495, año en que un enorme aguadutxu (inundación) arrasó casas, caminos y campos por todo el valle del Cadagua, dejándolo incomunicado durante un largo periodo de tiempo.

Estos papeles "son los que ayudan a entender el pasado de la manera más directa. Suponen un material que cualquiera puede consultar y utilizar para desarrollar sus propios trabajos, que nos acercan al pasado, en este caso de Las Encartaciones aunque también de Bizkaia y de zonas aledañas como el alavés valle de Aiala o la vecina villa de Castro Urdiales", según Javier Barrio, director del Museo de las Encartaciones. En definitiva, "toda una historia de parte de Bizkaia, de Las Encartaciones... en la que la gente común se mezcla con las grandes familias, linajes que moldearon la historia de esta tierra, a veces para mal, otras para menos mal y, en ocasiones, para bien: los Aiala, los Salazar, los Velasco, los Bañales y otros tantos".

"La gente común se mezcla con las grandes familias, linajes que moldearon la historia"

Director Museo de las Encartaciones