2022 es un año especial para Informática Serinfor al celebrar su 20 aniversario, dos décadas de actividad que sirven a sus socios fundadores para hacer balance y mirar hacia el futuro del sector.

¿Qué valoración hacen de estos primeros 20 años de la empresa?

Que ha sido una época a la que no le ha faltado de nada. Empezando por la crisis del 2008, que nos pilló al de poco de empezar. A decir verdad, esa crisis no nos afectó en exceso, porque la empresa aún era joven y nosotros también, y podíamos subsistir con un perfil bajo, cubríamos las necesidades básicas y avanzábamos a la siguiente casilla. Por no hablar de esta inesperada pandemia, y la posterior inflación que estamos viviendo. Y ahora, para acabar de complicar las cosas, la escasez de materias primas. En todo caso, no nos vamos a quejar porque a pesar de todo, la tecnología ha sido un sector que no se ha visto tan afectado como otros durante la pandemia.

¿Cómo recuerdan aquellos primeros años?

Vistos con perspectiva fueron muy inciertos, incluso cómicos en algunas ocasiones. Una nueva empresa que había surgido de una idea y que trataba de salir adelante, sin capacidad de inversión, sin mucha formación empresarial, pero con muchas ganas y mucha capacidad de sufrimiento.

¿Cuál fue esa idea?

Muchas empresas surgen de una idea al detectar una necesidad, pero claro, luego hay que darle forma. En nuestro caso fue fácil, no nos comimos mucho la cabeza. Trabajando como empleado en una tienda de informática a diario preguntaban los clientes ¿podrías venir a mi casa a ponérmelo?, ¿podrías acudir a mi comercio a configurarlo? Todo el mundo necesitaba ayuda en aquellos años, y fue fácil. Eureka! vamos a montar una empresa que ayude a las personas con sus problemas informáticos a domicilio, y aquí estamos 20 años después.

Eligieron un buen momento para crearla, ¿no?

En aquella época no existían los nativos digitales, todos habíamos tenido que hacer la transición del boli y la libreta, y a mucha gente se le atragantaban las tecnologías. Aún recuerdo lo difícil que era mantener una conexión a Internet estable, si simplemente tu hermano levantaba el teléfono en la otra parte de la casa se te cortaba, por no hablar de que instalar una impresora era un proceso complicado, además de instalar el driver había que configurar los puertos... Para unos frikis como nosotros no era complicado, pero para la mayoría de personas era un calvario.

¿Ha cumplido el proyecto las expectativas con que nació?

Con creces. Hemos pasado de ser unos chavales que te arreglaban el ordenador a domicilio a una empresa con 4 divisiones tecnológicas y más de 30 personas en plantilla, todas expertas en diferentes disciplinas. Y hoy en día podemos afrontar retos tecnológicos complicados para cualquier pyme. Eso sí, no hemos dejado de atender a esas necesidades básicas de las personas que, bien por edad, porque no les gusta o porque no les interesa, siguen sufriendo dolores de cabeza con sus ordenadores o sus teléfonos móviles.

¿Cuáles son esas tres divisiones tecnológicas?

Además de la parte con la que comenzamos, que ha evolucionado a dar soporte y mantenimiento informático a empresas, que podríamos decir que es nuestro core bussines, contamos con la división de páginas web y marketing on line; programas de facturación y gestión para comercios, hostelería y empresas de hasta 50 empleados; y la parte de centralitas y telefonía móvil en la cual tenemos nuestro propio operador local.

¿Cuál es la más complicada de gestionar?

Al final todas van unidas a las otras, puesto que tratamos de dar un servicio integral. Digamos que comenzamos dando un servicio y el cliente va confiando en nosotros otros aspectos críticos de su empresa. Ganarse la confianza del cliente no es siempre fácil, pero para nosotros es la clave. Un cliente de Serinfor es un contacto más de la agenda, como pueden ser los amigos o la familia. Nuestros clientes tienen nuestros números personales, de hecho, ninguno de los dos, ni Oscar ni yo tenemos dos teléfonos móviles, uno para trabajo y otro para nuestra vida personal. Tenemos uno para todo, y desde ahí gestionamos nuestras vidas. Con esto te queremos decir que la dedicación es plena, seguramente en detrimento en algunas ocasiones de la vida personal. De hecho, un emprendedor no es nadie sin el apoyo familiar, ya que nuestra vida está muy marcada por las necesidades del momento y las urgencias que puedan surgir. Por eso, antes de emprender, siempre recomendaríamos hablar con la familia, porque esta tiene que estar de acuerdo, y estar preparada para aguantar jornadas maratonianas, cambio de planes repentinos, muchas horas de estudio... Sin el apoyo y comprensión de nuestro entorno cercano no podríamos estar aquí. Por lo que más que una complicación por áreas o divisiones, lo difícil de tener una empresa es el propio hecho de ser emprendedor.

¿Qué valor aporta el servicio que ofrece Serinfor al cliente?

Nuestro valor principal es poder acercar la tecnología de las grandes marcas y las firmas mundiales a un nivel local, básicamente es traducir todas estas siglas ininteligibles con las que nos gusta hablar a los informáticos y llevarlas a la necesidad práctica del momento. Muchas veces el cliente sabe lo que necesita pero no cómo resolverlo de una manera rápida y económica. Nuestro trabajo precisamente es ese. Cosa que no es tan fácil, porque a la gente que nos dedicamos a las tecnologías nos encanta regozijarnos en tecnicismos, hay que hacer un esfuerzo en cuanto a trabajo interno para no irnos por los cerros (tecnológicos) de Úbeda.

El impulso tecnológico provocado por la pandemia, ¿les ha dejado alguna lección?

Buff, la verdad es que todavía es pronto, aún llevamos mascarillas en interiores que nos recuerdan que el mundo se ha tambaleado. Creemos que todavía no hemos podido hacer un análisis con suficiente perspectiva. Podemos mencionar que hemos descubierto el teletrabajo como una forma válida de desempeñar un oficio y la crisis en los semiconductores, que ha dejado la resaca de la pandemia en nuestro sector y que da mucho que pensar sobre la dependencia que tenemos como humanidad de estos chismes.

¿Cómo valoran el nivel tecnológico de la población vasca?

Está muy por encima de la media del Estado y por encima de muchos países europeos, hay quien nos compara con Suecia o Finlandia en capacidad de innovación tecnológica. Existe un esfuerzo muy grande por parte de organizaciones e instituciones como Bilbao Ekintza, Innobasque, Cámara de Comercio, Spri, y otros muchos. También los centros formativos están muy preparados y sacan a la juventud muy capacitada. La verdad es que la población vasca está cada vez más preparada, aunque aún queda camino por recorrer, por lo que hacemos un llamamiento a las instituciones para que apoyen a las Pymes a intentar salir de esta crisis post-pandemia.

Recientemente se ha abierto el plazo para la solicitud de las ayudas europeas a las pymes. ¿Va a suponer una ayuda a la transformación digital de las empresas?

Sí, ahora mismo están vigentes las ayudas de los fondos europeos Next Generation, los bonos digitales del Kit Digital. Son ayudas a fondo perdido para ayudar a las empresas a, entre otras cosas, digitalizar sus negocios.

¿Todavía están a tiempo de solicitarlas?

Sí, ahora mismo está abierto el plazo para empresas de 10 a 50 empleados por un importe de hasta 12.000€, y posteriormente se ira abriendo el cupo a empresas más pequeñas.

¿Está Informática Serinfor inmerso en el proceso de tramitación de las ayudas?

Sí, como agentes digitalizadores en Serinfor pueden conseguir esas ayudas, o bien podemos informarles sin ningún compromiso, que para eso estamos. Si podemos estar media hora hablando con un cliente sobre las diferencias entre Intel y AMD, o entre Samsung y Apple, como no vamos a ayudarle a conocer esta iniciativa que le puede reportar interesantes ayudas públicas.