Las y los integrantes de Gaztek-abi apuran los ensayos y los últimos preparativos antes de que, la semana que viene, vuelvan a representar la Pasión Viviente en Arkotxa, Zaratamo. Lo harán tras tres años sin poder organizarla, dado que además de los dos años de pandemia, en 2019, decidieron no organizarla debido a diferentes razones. Por tanto, la de este año es una de las semanas santas más especiales en Arkotxa, porque este barrio volverá a disfrutar de una tradición que se ha celebrado, con la excepción de estos tres últimos años, durante más de 50 años seguidos.

Están siendo días intensos. A los nervios habituales y la gran carga de trabajo de las y los integrantes de Gaztek-abi, organizadores de la Pasión Viviente de Arkotxa, se suma este año un plus de nervios, dado que hace tres años que no salen a la calle para representar el viacrucis. "Estos días son de mucho trabajo con el montaje de los escenarios, los últimos ensayos, y luego las representaciones", explica Josean Chica, presidente de Gaztek-abi. Pero ahí no acaba todo, "el mismo Viernes Santo, una vez terminadas las representaciones, no toca recoger todo y guardarlo", añade.

Es toda una aventura que empieza muchos meses antes de que llegue la Semana Santa y que continúa después. Chica asegura que "es un trabajo descomunal que difícilmente se valora en toda su magnitud. Y las siguientes semanas: limpieza, clasificación, restauración y a guardarlo todo otra vez".

Pero es gracias a esa labor desinteresada que Arkotxa contará este año con una de las tradiciones más importantes del municipio, y una de las Pasiones más importantes de Bizkaia. En cuanto al programa, el día 14, Jueves Santo, tendrá lugar la representación de la Última Cena y al día siguiente, Viernes Santo, se llevará a cabo el acto central, el viacrucis viviente. Los actos del jueves comenzarán a las 19.00 horas. El viernes la representación se hará por la mañana, a las 11.00 horas, comenzando en el entorno de la iglesia de Arkotxa.

Tal y como recuerda Chica, han tenido un año complicado pero han vuelto con muchas ganas e ilusión. En Arkotxa participarán de ochenta a cien personas para representar, por un lado, la Última Cena y, por otro, el viacrucis viviente. En la asociación son unas 20 personas las que participan más activamente en la organización, pero cuentan con el apoyo de muchas más para poder representar la Pasión Viviente.