La Pasión Viviente de Arkotxa volverá a las calles de este barrio de Zaratamo en abril. Después de tres años, dos por la pandemia y una edición anterior en la que decidieron no celebrar este acto tan arraigado por diversos motivos, la asociación Gaztek-abi vuelve con esta tradición de la Semana Santa en Arkotxa con más fuerza que nunca. Han recuperado la ilusión de los primeros años y quieren seguir dando el valor que se merece a esta tradición del barrio.El 14 de abril, Jueves Santo tendrá lugar la representación de la Última Cena y al día siguiente, Viernes Santo, será el turno del acto central, el viacrucis viviente. Arkotxa recupera de este modo una iniciativa cultural y religiosa que lleva celebrándose más de cincuenta años. Lo hace, sin embargo, con algunos obstáculos por el camino. “Ha sido un año complicado pero volvemos con fuerza, y contaremos con unas 80 a cien personas para celebrar la Pasión Viviente”, subraya Josean Chica, presidente de Gaztek-abi. Una de las dificultades ha sido la elección de la persona que representa a Jesús, ya que “a la persona que lo iba a hacer le operan y hemos tenido que decidir quién podía suplirlo con garantías dado el tiempo que queda”. La solución la han encontrado cerca, concretamente en Aitor Sainz, una de las personas que se encarga del guion y la dirección de la representación y que ya ha dado vida a Jesús en más de una ocasión.

“Creemos que es quien mejor lo puede hacer ahora mismo porque conoce el guion a la perfección”, destaca Chica. No en vano, “para la edición de 2020, que finalmente no pudimos llevar a cabo, introdujimos varios cambios en el guion para hacerlo lo más realista posible y que además fuera más ameno a la hora de verlo”, por lo que “nadie conoce igual de bien ese guion que el propio Aitor”, pone en valor Chica. Como todos los años han realizado un esfuerzo muy grande y el tema económico “también nos tenía preocupados”, porque es un montaje muy grande y sin ayuda tampoco es posible seguir adelante, “pero esperamos contar con ese apoyo que necesitamos”.

El pasado verano ya comenzaron a dar forma a esta vuelta tan esperada por la asociación y todo el barrio de Arkotxa. Fue en octubre cuando comenzaron a ensayar, poco a poco pero sin perder el ritmo, aunque más tarde, la sexta ola del coronavirus les obligó a parar en seco. Sin duda, la Semana Santa de Arkotxa es una de las marcadas en rojo en el calendario de Bizkaia, y esperan que este año la gente vuelva a responder como lo ha hecho siempre, ya que son muchas las personas que se acercan hasta este barrio ubicado en la zona baja de Zaratamo para disfrutar de una Pasión Viviente que si algo tiene, es realismo y que ofrece la posibilidad de vivirla muy de cerca. De hecho, la representación del viacrucis discurre por varias zonas del barrio y la gente puede disfrutarlo desde muy cerca, casi pegados a la acción.

Un parón de tres años

Lo cierto es que aunque parezca mentira, un acto que llevaba celebrándose desde hace más de cincuenta años tuvo un parón inesperado. Por un lado, dos años de pandemia han hecho que las ediciones de 2020 y 2021 tuvieran que posponerse por obligación. Y un año antes fueron las y los socios de Gaztek-abi quienes decidieron que no salían. Lo hicieron porque “el compromiso estaba fallando y queríamos parar y recapacitar, darle una vuelta y ver si realmente la gente estaba dispuesta a seguir con ilusión y no dejar caer algo tan bonito como la Semana Santa de Arkotxa”, explicaba en su momento Chica, su presidente. Ese parón les vino bien, “y nos dimos cuenta de que esto es algo muy grande, que nos aporta mucho a cada una de las personas que participamos y que además es importante para el pueblo”.

Este año, al igual que en 2020 “estamos con muchas ganas de volver, han sido dos años además muy duros, hemos perdido personas que participaban y hay que poner en valor que la Pasión Viviente es además un nexo de unión en el barrio, un valor muy importante en relación a la cohesión social que genera, desde personas jóvenes que comienzan a interesarte por la tradición, pasando por los mayores, surge un ambiente muy importante en un barrio tan pequeño como Arkotxa”, cuenta. Después de tres años, Arkotxa devuelve a sus calles uno de sus actos más importantes.

Jueves y viernes. El 14 de abril, Jueves Santo, tendrá lugar la representación de la Última Cena y al día siguiente, el acto central, el viacrucis viviente. El jueves comenzará a las 19.00 horas. El viernes la representación se hará por la mañana, a las 11.00 horas, comenzando en el entorno de la iglesia de Arkotxa.

100

La cifra de personas que participan en la representación del viernes ronda las cien. En la asociación son unas 20 las que participan más activamente en la organización, pero cuentan con el apoyo de muchas más para poder representar la Pasión Viviente.