"Sabía que este día iba a llegar, incluso en lo peor de la pandemia pensaba en cuando volviéramos a reunirnos". Los asistentes a la Txerriki Azoka, que coronó como XXV Chacinero Mayor de Euskal Herria a la carnicería Morga, de Mungia, compartieron el sentimiento del productor de Sopuerta Iñaki Vélez. Esta cita es "el último evento que pudo celebrarse en marzo de 2020 y el primero en regresar". Y como bien apuntó, retornó ayer como si nada hubiera sucedido de no ser por las mascarillas. En el recinto de la campa de Santa Ana se desplegaron cincuenta puestos y seis txosnas, que no dieron abasto para servir los talos tan añorados en estos dos años.

"La primera vez que los comemos desde que empezó el coronavirus y... ¡ya teníamos ganas! Parece que vuelve la alegría", expresaron Silvia, Teresa y Natalia, que acudieron desde "Basauri y Bilbao" con sus familias y una nutrida representación infantil. Nunca habían estado en la feria, pero cuando "vimos el anuncio en Facebook" no tardaron en planificar la excursión, un soplo de aire fresco para todos y en especial para los niños. Con actividades como talleres, exhibición de pastoreo y un aizkolari disfrutaron como antes y como nunca.

Si en 2020 por esas mismas fechas les llegan a avisar de lo que se avecinaba probablemente no lo hubieran creído. "No pensamos que se prolongaría tanto", confesaban los hermanos Jon y Felicidad Orue, que recogieron el trofeo, txapela y putxera que les acredita como Chacineros Mayores de Euskal Herria, los más regulares al sumar las puntuaciones de los concursos de morcilla y chorizo. Los cien kilos de morcilla y 120 de chorizo que ofrecieron en su stand se agotaron durante la mañana. Aunque, al disponer de su propio establecimiento conservaron la clientela durante el encierro, "necesitamos las ferias y los eventos para darnos a conocer" y las restricciones de la pandemia "siempre afectan". Este fin de semana participaron también en Gustoko, que se desarrolla en el BEC, para promocionar los productos que elaboran "en nuestro caserío".

Las colas se repitieron frente a otros stands. En el del restaurante Mendiondo de Sopuerta "hemos llegado a las 8.00 y hasta cinco horas después" no gozaron de un momento de respiro. Lo agradecen después de la incertidumbre y limitaciones en horarios, aforos y movilidad de estos dos años que ellos han notado por la parte de hostelería. Al igual que lo sufrió el agroturismo Lezamakoetxe de Sopuerta, que también instala txosna y se convirtió en el ganador de la Txerriki Azoka de 2020. Entre los nombres clásicos tampoco podía faltar José Antonio Abasolo, de Balmaseda, que recibió un caluroso aplauso del público cuando su hija recogió en su nombre el premio a la mejor txosna. El reconocimiento al mejor puesto recayó en Juan Carlos Arteagabeitia, quien celebró haber vivido "una mañana de cine".

"Se echaba en falta salir"

Y es que en Sopuerta están "locos de contentos porque la gente echaba en falta salir y alternar", en opinión del productor de la localidad Benito Lahera, que ha ganado otros años la txapela de Chacinero Mayor. Puso en valor que en Enkarterri "podemos presumir de productos kilómetro cero", como su maíz.

Por primera vez integró el jurado la Cofradía de la Putxera de Balmaseda, comandada por la chef y Cofrade de Honor Zuriñe García, quien alabó la "calidad" de los once chorizos y morcillas presentados en su primera visita a la Txerriki Azoka. "Ver tanta cantidad de gente me sorprende y me alegra". Si nada cambia, se podrán conmemorar por fin las bodas de oro del concurso de putxeras. "Apetece después de dos suspensiones"; de hecho, ya planifican "un torneo de campeones el 24 de septiembre y el día grande de San Severino el 23 de octubre", anticipó el cofrade Javier Lezama estableciendo una similitud con la putxera, puesto que "chorizo y morcilla son los sacramentos de las alubias".

Pudieron probarlos en el puesto de la residencia GSR Sopuerta, que exhibió artículos elaborados por sus usuarios que sufren enfermedades mentales con el objetivo de "visibilizarlos" y eliminar el estigma que persiste, según la directora del centro, Magdalena Peña. En Santa Ana hubo, asimismo, un rincón literario para la soportana Idoia Amo y su amiga, Eva Soler, que firman juntas sus obras. Entre "comedia romántica, suspense o acción" ambientada en el extranjero publicaron una novela sobre un virus... en 2014.

"Necesitamos los eventos para darnos a conocer, las restricciones siempre afectan"

Chacineros Mayores de Euskal Herria

"Hay mucha calidad en los concursos y ver tanta gente me sorprende y me alegra"

Chef y jurado de la feria