Amaia Agirre charla con los operarios que trabajan ya en la Avenida Las Arenas. "Todo va bien, todo va bien", confirman desde una zona que se convertirá en un lugar de estancia con arbolado y bancos. El pasado día 21 empezaron estas labores para desarrollar un proyecto que atañe a peatones, conductores y ciclistas.

Cinco rotondas y un bidegorri en Zugatzarte en Getxo. Fotos: Ayuntamiento de Getxo

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GMv2_fin|pTipoComp=fotos&pIdGaleria=609a360597deda000a86fb8c|GMv2_fin ¿Por qué transformar estas avenidas?—Desde el inicio de la legislatura, estamos inmersos en unas políticas que se centran en el desarrollo humano sostenible, es decir, son políticas que se hacen priorizando a la persona. Desde ese paraguas, trabajamos en el ámbito del medio ambiente, de lo social y de lo económico. Este proyecto engloba el ámbito del medio ambiente y también de lo social. Está vinculado al Plan de Movilidad Urbana Sostenible y surge de la necesidad de reducir la contaminación acústica, las emisiones de CO2, mejorar la calidad al aire, dar prioridad al peatón y hacer que haya una buena convivencia entre los ciclistas y las personas que utilizan el vehículo a motor. De esa reflexión surge la necesidad de trabajar en esta gran transformación. También está vinculada al compromiso que hemos adquirido con la ciudadanía de coser de bidegorris nuestro municipio, de manera que podamos ir desde la playa de Azkorri hasta el Puente Bizkaia en bicicleta de una forma segura y sostenible.

El proyecto plantea cinco rotondas. ¿Es la fórmula ideada desde el principio o se barajaron otras opciones?

—La transformación conlleva diversas actuaciones y las rotondas van a favorecer una mejora en el acceso a Getxo, una reducción de la contaminación acústica de los vehículos y una mayor fluidez en el tráfico. Desde el inicio hemos tenido claro cuál iba a ser el proyecto. Se hizo un diseño muy aproximado para presentarlo a la ciudadanía y se llevó a cabo una exposición en la plaza de La estación de Las Arenas, en la del Puente Bizkaia y en la propia Avenida Zugatzarte. Luego, esperamos a que las personas hiciesen las aportaciones convenientes por si había que hacer alguna modificación.

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¿Qué respondió la ciudadanía?

—Hubo unas aportaciones, sobre todo por parte de las personas que viven en la Avenida Zugatzarte, donde además tenemos el Marítimo, un club que tiene muchísimos socios, y también el Hotel Embarcadero, donde hay unos cuantos garajes. Hemos trabajado con las comunidades de vecinos y con las empresas para mejorar la seguridad y para tener en cuenta cómo van a ser los accesos y las salidas de los garajes.

Hay quien considera que esas entradas y salidas van a ser peligrosas.

—Van a ser seguras. Tenemos que pensar, en primer lugar, que hasta hace no mucho, los coches circulaban a casi 80 kilómetros por hora en la Avenida Zugatzarte. Y eso generaba muchísimo ruido, muchas emisiones de CO2, era muy inseguro para el peatón... Ahora, lo que estamos consiguiendo es mejorar la seguridad, reducir los ruidos y centrarnos más en el peatón y en las vías ciclables.

El bidegorri, en esa parte, en el lado de las viviendas, también ha suscitado algunas críticas.

—Se trata de conectar Getxo desde una punta a la otra y Zugatzarte es un eje principal en el municipio y necesitaba una conexión adecuada para ello. La política de movilidad sostenible que llevamos en el Ayuntamiento no es nueva y, al principio, se hicieron bidegorris que estaban más vinculados con el ocio, pero ahora, cada vez más, el bidegorri tiene una utilidad de transporte para desplazarnos de un sitio a otro.

Pero hay un bidegorri en el paseo.

—Una vez que esté terminado el bidegorri de Zugatzarte, tendrá su transformación para que esa zona siga siendo un espacio de ocio y disfrute y que las bicicletas vayan por el bidegorri correspondiente.

O sea, se va a eliminar.

—En este momento, estamos en una reflexión. No tiene sentido tener ahí dos bidegorris. De todas formas, todo el plan de movilidad sostenible y todo el plan de accesibilidad sostenible se refleja, no solo con esta cuestión, porque también vamos a poder mejorar la accesibilidad a la musika eskola, que, en estos momentos, está muy cerca de la carretera y va a haber un espacio para el peatón de ocio y disfrute y también otro delante de la iglesia de Las Mercedes. Y también hay que hablar de la transformación de la calle Mayor, donde en una parte habrá una semipeatonalización que terminará en la reforma de la plaza de La estación, que se convertirá en un gran bosque urbano. Se organizó un proceso de participación en el que opinaron 2.800 personas y la gran mayoría eligió la opción del bosque urbano, en la que más de un 40% de la superficie será verde. Ahí también se trabaja por una sostenibilidad energética, del medio ambiente, en la movilidad y en la accesibilidad. Volvemos a poner a las personas en el centro.

Además, todos estos proyectos han conseguido financiación de la Unión Europea.

—Para mí, en este momento, es el punto más importante. A través de la financiación que hemos recibido de 3 millones y medio de euros, la Unión Europea viene a reforzar los proyectos que ya se estaban trabajando y con los que ya nos habíamos comprometido con la ciudadanía de Getxo. Lo que hace la Unión Europea es corroborar que estos proyectos son los adecuados. Es una gran noticia a tener en cuenta, porque ponen en valor las políticas que estamos trabajando desde Getxo en este sentido. De hecho, la Unión Europea también ha reforzado otro proyecto importante, como es el centro intergeneracional que se va a crear en colaboración con la Diputación. Estamos trabajando por 40 viviendas dotacionales para la gente joven con el objetivo de que sea un puente entre la salida del hogar y la búsqueda de un empleo y una vivienda más estables. Queremos ayudar en ese primer paso a la gente joven.

Con la transformación de las avenidas, ¿se suprimen plazas de aparcamiento?

—Se eliminan algunas, no muchas. También pretendemos cambiar la cultura del vehículo que tenemos. Getxo es un municipio que está muy bien conectado por todo el transporte público: tenemos siete paradas de metro, tenemos autobuses de línea, tendremos más bidegorris, pronto llegará -esperemos que para final de legislatura- el alquiler de bicis eléctricas... Poco a poco, se llevan a cabo las políticas de sostenibilidad en detrimento del vehículo. Y eso conlleva que las personas tengamos que realizar un cambio en nuestros hábitos y dejar de utilizar el coche hasta para ir a comprar el pan.

¿En qué otros bidegorris piensa el equipo de gobierno?

—Nos queda la parte de arriba de Algorta. Ahora, al estar todo el municipio a 30 kilómetros por hora, donde antes había un problema, ya no lo tenemos, pero sí que estamos estudiando cómo seguir habilitando bidegorris, sobre todo, para favorecer esa seguridad tanto al peatón como al ciclista.

El límite de circulación a 30 kilómetros por hora se extendió prácticamente a todo Getxo en julio de 2020. ¿Qué valoración realiza de esta medida?

—Hago una valoración positiva. Además, todo nuestro entorno está a 30: Leioa, Berango, Sopela, Bilbao... Ha sido una buena decisión. Era el momento. La pandemia lo ha reforzado, la Unión Europea también lo está confirmando... Las políticas van hacia esos objetivos. Como sucede con todos los cambios, al principio las personas nos mostramos un poco reticentes, pero al final, nos damos cuenta de que es en beneficio de toda la ciudadanía y lo aceptamos y llevamos bien.

"Las rotondas van a mejorar el acceso a Getxo, también habrá una reducción de la contaminación acústica y una mejor fluidez en el tráfico"

"Hemos trabajado con las comunidades de vecinos y con las empresas de Zugatzarte para mejorar la seguridad en los garajes"

"Las personas tenemos que realizar un cambio en nuestros hábitos y dejar de utilizar el coche hasta para ir a comprar el pan"

"Con Getxo a 30, pasó como con todos los cambios: las personas nos mostramos un poco reticentes, pero al final los aceptamos bien"