L mejor momento para plantar un árbol fue hace veinte años. El segundo mejor momento, es hoy". Así reza un proverbio chino. que encajaba a la perfección con la actividad que ayer domingo acogió Urduliz. Por eso, cerca de 150 niños y niñas con edades comprendidas entre los 6 y los 16 años, no quisieron dejar pasar la oportunidad que les brindó el Ayuntamiento de aportar su granito de arena a la plantación del Bosque de la infancia del municipio. Un espacio que contará con 900 ejemplares de castaños, robles y fresnos, principalmente, sembrados en una parcela municipal de casi tres hectáreas de extensión ubicada junto al hotel Moana, en las laderas de Santa Marina. De esta manera, los eucaliptos y plumero de la pampa que ocupaban antes el lugar dejarán paso a la vegetación autóctona, con el objetivo prioritario de transformar este pulmón verde de la localidad.
Un proyecto medioambiental de regeneración del bosque autóctono que asienta ya sus raíces y que tiene como peculiaridad que cada árbol lleva el nombre de cada uno de los niños y niñas que lo ha plantado. Así, dentro de una década, aproximadamente, podrán verlo florecer en todo su esplendor y sentir suya una preciosa alameda. Mientras tanto, disfrutarán viéndolo crecer y cuidándolo. "Ahora vendremos a menudo a ver cómo va creciendo", le dijo Pablo Ojea a su hijo Mateo, de 5 años, mientras asentaban las raíces de su ejemplar de castaño. Una experiencia que, sin duda, los más pequeños recordarán siempre.
En este sentido, se trata de un proyecto medioambiental y a la vez educativo y didáctico. "Nuestro objetivo consiste en involucrar a la infancia de Urduliz en este proyecto de regeneración ambiental para que cada uno de ellos pueda tener su árbol y encargarse de cuidarlo mientras lo ven crecer. Hacer suyo, así, nuestro patrimonio natural", tal y como explicó el alcalde de Urduliz, Javier Bilbao, que también estuvo presente en la actividad.
A este respecto, está previsto que el Bosque de la infancia extienda sus raíces más allá de la parcela actual en sucesivos años. La intención del Consistorio urduliztarra es repetir este evento todos los años para que perdure con los jóvenes que entren en esa franja de edad y los que no han podido o no han querido apuntarse este año tendrán la oportunidad de incorporarse en sucesivas convocatorias. "Hemos reservado otra parcela para ampliar el bosque en el futuro", apuntó el regidor.
Interés de otros pueblos
Sobre esta línea, la ilusión por aportar su granito de arena a este bosque de todos los jóvenes urduliztarras no se vio frenada ni por la meteorología ni por las complicaciones del terreno derivadas de la lluvia. "Las familias han acogido la iniciativa con entusiasmo e incluso hemos tenido solicitudes de personas de otras localidades cercanas. Además, a pesar del tiempo no se han echado para atrás", aseguró, satisfecho, el regidro urduliztarra.
De esta manera, el proyecto impulsado por el Ayuntamiento estuvo coordinado por la asociación Tantak. La plantación se llevó a cabo en cinco turnos, desde las 10.00 hasta las 19.00 horas. "Los niños y niñas han plantado castaños, robles y fresnos, que son las especies que más rápido crecen, para que vean su desarrollo, además de otras especies autóctonas como encina, cerezo, acebo, etc. Desde Tantak nos sumamos a toda iniciativa que ayude a hacer un planeta mejor", expuso Iratxe de Lara. En concreto, la entidad local preparó dos actividades. Por un lado, la plantación del árbol con una etiqueta donde se indica el nombre de cada niño o niña y el tipo de especie y al mismo tiempo, un taller de manualidades con bolsas de tela orgánica para que las decorasen con temática botánica.
Este fue el caso de la joven Mae, urduliztarra de 6 años, quien junto a su ama Maider Ballesteros, coloreó con mucho gusto una de las bolsas después de plantar un castaño. "A partir de ahora nos va a tocar cuidarlo", expresó la pequeña, encantanda con la iniciativa. Y es que de ahora en adelante las laderas del bosque de Santa Marina llevan el nombre de más de un centenar de jóvenes urduliztarras: Maisha, Maia, Inar, Garazi, Xabi, Libe, Eneko, Iraultza, etc. Un recuerdo para la posteridad y un aprendizaje para toda la vida. Los árboles son vida y un nuevo ciclo se abre camino para enraizar en Urduliz.
"Nuestro objetivo consiste en involucrarles en este proyecto para que hagan suyo nuestro patrimonio natural"
"Hemos reservado otro terreno con el fin de ampliar la iniciativa en el futuro"
Alcalde de Urduliz