Los vecinos de Ortuella están profundamente sensibilizados con la protección del medio ambiente y por ello no dudan en poner en la picota a aquellas actividades industriales que supongan un perjuicio para el entorno y para la salud y el bienestar de los vecinos como demostraron con la larga lucha que culminó con la desaparición de la actividad contaminante de la Sebería García Mendoza situada junto al polígono Granada. Ahora los ortuellarras han vuelto sus ojos hacia el proyecto auspiciado por la empresa Agaleus para instalar en la antigua pastilla industrial de La Barguilla una planta para el tratamiento de residuos industriales inorgánicos que ocuparía 16.000 metros cuadrados.Sin embargo, la comparativa de ambos proyectos industriales ofrece notables diferencias hasta el punto de que el equipo de gobierno del Ayuntamiento minero -beligerante en el caso de la Sebería, que no supo o no pudo hacer frente a las millonarias inversiones que suponía adaptarse a las exigencias regulatorias- quiso transmitir un mensaje de "tranquilidad y serenidad" ante un proyecto que nace de cero. "Antes de que se ponga el primer ladrillo de esta planta tenemos por delante un largo proceso que puede llegar a durar incluso 2 años, tiempo en el que tanto el Ayuntamiento como cualquier vecina o vecino de Ortuella podrá comprobar si efectivamente se cumplen los compromisos adquiridos por la empresa y presentar las alegaciones que se consideren oportunas", señalaron el alcalde de Ortuella, Saulo Nebreda, y el portavoz socialista y concejal de Urbanismo, Oscar Salicio. Este último incidió en que "antes de poner ese primer ladrillo, cuando la empresa tenga ya definido exactamente el proyecto técnico de los diferentes procesos y de los diferentes productos que pretende tratar en esa planta, deberá presentar ante el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco el estudio de impacto ambiental, en el que los técnicos de Medio Ambiente deberán comprobar si efectivamente esa actividad es adecuada o no para ubicarse en esa parcela".

Compromiso

Nebreda y Salicio confirmaron además que, a través de su Junta de Portavoces, se ha reunido con la empresa responsable de ese nuevo proyecto, que ha vuelto a presentar el proyecto y un documento que ha registrado en el Consistorio dando explicaciones del mismo. "La empresa, además, se ha reunido con las asociaciones que lo han solicitado y ha mostrado su disponibilidad para reunirse o aclarar las dudas que se planteen cuantas veces sean necesarias", remarcó Nebreda.

En esta línea, en el documento presentado por la empresa ante la alarma generada en el municipio sobre eventuales afecciones de su proyecto a la salud pública o medio ambiente del municipio, refiere que la instalación a desarrollar no contendrá ningún foco sistemático de emisiones ligado a proceso. "La planta no dispondrá de ninguna chimenea que emita ningún tipo de gas proveniente de la gestión de residuos a la atmósfera", señala la empresa que en lo relativo a emisiones sonoras, indica que la instalación cumplirá con los niveles sonoros que determine la normativa vigente en el municipio y las que al efecto se fijen en esta materia en la autorización ambiental integrada. "La instalación no genera ruido ni siquiera por encima de los niveles de seguridad laboral, prueba de ello es que los propios trabajadores de la planta no requerirán de protección auditiva para desempeñar su puesto de trabajo", señalan desde Agaleus.

La línea de gestión de líquidos dispone de una conexión directa al colector de aguas de la estación depuradora de Galindo mientras que la actividad no produce contaminación odorífera pues "la carga y descarga de los productos a tratar se realizará bien en el interior de la nave, bien desde los camiones directamente a tanques cerrados". En lo relativo al tráfico, los camiones con origen o destino a la planta circularán desde y hacia A-8 por Abra Industrial.