URDULIZ es de las pocas poblaciones vizcainas que sigue sumando habitantes, concretamente casi un 7% más en el último año. Enclave eminentemente rural, resulta un destino apetecible para realizar paseos tranquilos y cuenta con espacios adecuados para la práctica de la escalada y la realización de rutas cicloturistas. Además, posee algún palacio destacable, como el de Torrebarri, y una iglesia con varios siglos a sus espaldas en su casco urbano.
La localidad de la comarca de Uribe Kosta volvió a ganar habitantes -322 concretamente, un 6,8% más que en 2020- el año pasado, al igual que en ejercicios precedentes, seguramente debido a las nuevas urbanizaciones que se desparraman por su término municipal y a la construcción del hospital comarcal hace poco mas de un lustro. Situado en el valle de la ría de Butrón, en su orilla izquierda, es un pueblo de marcado carácter rural formado por los barrios de Elortza, La Campa, Dobaran, Meriondo y Zalbides.
Se trata de un enclave ubicado en fértil vega en la que históricamente se cosechaba trigo, maíz, alubias y uva para la elaboración de txakoli. A pesar del paso del tiempo, todavía existen pequeñas explotaciones dedicadas a cultivos tradicionales y a los productos hortícolas. Alrededor de estos espacios agrarios creados en torno a caseríos, se puede pasear en plena naturaleza.
Además, su suave geografía convierte a Urduliz en un destino ideal para realizar tranquilos paseos y rutas cicloturistas, que seguramente desvelarán a los visitantes legados de su patrimonio natural, cultural e histórico. Y no debe olvidarse que la práctica de la escalada es muy habitual en la zona de las Peñas de Santa Marina. Los especialistas resaltan que supone un lugar muy apropiado para todas aquellas personas que quieran iniciarse y aprender esta modalidad deportiva.
núcleo urbano
Adentrándonos en el núcleo urbano de esta localidad, conviene darse una vuelta por el conjunto formado por la iglesia parroquial de Santa María, un templo barroco reedificado en el siglo XVIII, y el palacio barroco de Torrebarri, que se levantó en el siglo XVII. Ambos edificios se encuentran junto a una zona recreativa que dispone de varias mesas, bancos y barbacoas, perfecta para que disfrute toda la familia en una jornada inolvidable al aire libre. Desde este lugar se puede ascender hasta las citadas y cercanas peñas de Urduliz, donde, además de practicar la escalada, sería conveniente visitar la ermita de Santa Marina, emplazada junto a una pared rocosa.
Este lugar tiene un gran valor paisajístico y constituye un excelente mirador del litoral vizcaino, desde Punta Lucero hasta el cabo Billano. Además de poder practicar allí la escalada, es una zona perfecta para los amantes de la práctica del senderismo.
rutas
En las inmediaciones de estas peñas existen varias rutas prefijadas, que llegan incluso hasta el castillo de Butrón, sito ya en el término de Gatika.
También podemos dirigirnos hasta el molino Errotatxu, uno de los más antiguos de la comarca, que sigue en funcionamiento en la actualidad.
Finalmente, el deporte rural cobra un especial protagonismo en esta localidad vizcaina. A medio camino entre la iglesia de Santa María y el Ayuntamiento se sitúa el probadero descubierto, donde tienen lugar numerosas demostraciones, entre ellas, las pruebas de bueyes, de gran tradición en la localidad.