Getxo ha recuperado este año, tras las turbulencias del coronavirus en 2020, la gala de la generosidad y la empatía. La ceremonia que sirve para enfocar la impagable labor y los múltiples gestos altruistas de una persona y de una asociación. Es lo que está en la génesis de los premios del voluntariado, que una vez más, volvieron a dar en el clavo al reconocer en este 2021 a Kepa Erauzkin y a Ibilki.

El primero de ellos es una persona vinculada al movimiento asociativo a través de su participación voluntaria en las actividades de Aspace Bizkaia, a la que llegó por las necesidades de su hijo con parálisis cerebral. Tras pasar por la junta directiva y presidencia, hoy en día continúa colaborando a favor de la integración y normalización de la discapacidad, y de la participación de las personas con discapacidad en su entorno, a la vez que para promover un cambio social.

Mientras que Ibilki aborda la inclusión a través de actividades culturales en el medio natural, sobre todo a través del senderismo y la montaña. Lo hacen con personas con discapacidad, inmigración, personas refugiadas, en exclusión social... También, promociona el euskera, la multiculturalidad, la inclusión y la cooperación internacional. Trabaja en red con otras asociaciones, realiza talleres para empoderar mujeres migradas y personas con discapacidad, y cuenta con 40 personas voluntarias, de ellas 20 de Getxo. Recientemente, la agrupación ha llevado a cabo un relevante proyecto: ascender el Monte Toubkal, de Marruecos y finalizar así una iniciativa de montaña inclusiva con personas con discapacidad visual vascas y marroquíes, acompañadas de guías de montaña residentes en Euskadi, tanto locales como inmigrantes de países como Guatemala, Rumania, Paraguay, Colombia, Nicaragua, Perú y el mismo Marruecos. Y claro, cuando las personas que quizás jamás hubieran imaginado alcanzar una cumbre lo consiguen, el resultado es de lo más emocionante. “Se sienten muy satisfechos y les empodera mucho. Muchos de ellos están desahuciados por la sociedad y por la familia y piensan que no pueden hacer nada y no es así: está en su mano hacer muchísimas cosas y a veces no lo saben”, contaba a este periódico Asier Mentxaka, de Ibilki.

“La acción voluntaria es igualmente importante en tiempos de calma porque el objetivo es que la ciudadanía se implique y participe para construir entre todos el mundo en el que queremos vivir. No me canso de decir que Getxo es un municipio solidario, y el recorrido que hacemos desde el Ayuntamiento, en colaboración con las entidades sociales, es muy satisfactorio y, lo más importante es que este trabajo tiene un impacto real en las personas que más lo necesitan”, proclamó en la gala la alcaldesa, Amaia Agirre.