Los chefs del futuro se forman ahora en el restaurante Azurmendi de Larrabetzu. Un espacio de vanguardia que engloba las raíces para soñar, viajar, descubrir y sentir un territorio que también es una escuela para 45 alumnos y alumnas de formación profesional que se especializarán en alta gastronomía de la mano del chef Eneko Atxa, el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia.

“Lo que pretendemos es crear una cantera de jóvenes expertos en el mundo de la alimentación y que sepan que puede ser una herramienta para crear un futuro mejor”, ha destacado el reputado cocinero, que este viernes ha enseñado al consejero de Educación, Jokin Bildarratz, y al diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, la formación específica que imparte.

En un tres estrellas Michelin, el alumnado adquiere una formación enfocada a restaurantes del más alto nivel. “Del mundo de la alimentación penden también la sostenibilidad, la salud, el sector primario y ser un modelo de turismo más atractivo. Una enseñanza de la exigencia que tiene la excelencia y de sus posibilidades de la que ya hemos empezado a ver los primeros frutos. Estoy seguro de que en cuatro o cinco años estaremos hablando de nuevos referentes a nivel internacional. Tienen talento, pasión y ganas”, apunta Atxa.

Por su parte, el consejero Bildarratz afirma que para los alumnos recibir esta formación supone “todo un lujo” y el diputado general, Unai Rementeria, destaca que el objetivo es “formar en calidad y excelencia”.

Un programa que tiene 1.750 horas de duración. Este curso, 15 alumnos se formarán en el Azurmendi. Son la segunda promoción. La Diputación sufraga con 450.000 euros el importe de las becas de los 45 alumnos.

Precisamente, uno de esos alumnos es Álvaro Castellanos. A sus 23 años, este joven durangarra lleva diez meses en el Azurmendi y se encarga del área de pastelería. “Me veo muy bien preparado. Pasar de la escuela de hostelería de Leioa a aquí es un mundo. Es un restaurante que funciona como una máquina engrasada”, indica.

Del hogar del pescador Mandanga de Santurtzi al Azurmendi pasó María Rey, vecina de Portugalete de 28 años. “Al principio vienes con miedo porque es un tres estrellas Michelin, pero te forman muy rápido”, aclara. Quien no dudó en cruzar el charco para vivir la gastronomía vasca fue la mejicana Pilar Lojero, de 32 años. “Empecé de prácticas, luego llevando una partida de cocina y jefa de cocina. Trabajar con Eneko es increíble”, resume.